viernes, 19 de agosto de 2011

El sabor de la vida II

Toda esta polémica que causó el advenimiento del “mesías de la mermelada” hizo que altos ejecutivos de las multinacionales del rubro laxantes, que curiosamente también se ocupan del ramo lácteo y principalmente de la industria del queso, se empezaran a preocupar.
El de aspecto más importante pidió para hablar con Julio Percovich alias “cucurucho descalzo”, alegó que lo conocía de la sinagoga del barrio. Los otros asintieron callados esperando que el tema se solucione pronto, era inconcebible que un “cualquiera” haya descubierto la conspiración Pro-tránsito lento.
El siguiente fue el diálogo que nuestros especialistas pudieron transcribir:

Sr. Laxante:
-Buenos días, ¿se encuentra el señor Percovich?

Cucurucho descalzo:
-Preferiría que de aquí en más me llame por mi sobrenombre

Sr. Laxante:
-Disculpe señor Cucurucho…

Cucurucho Descalzo:
-…Cucurucho Descalzo

Sr. Laxante:
-Mis disculpas señor Cucurucho Descalzo. Déjeme explicarle el motivo de mi llamada…

Cucurucho Descalzo:
-Hable, lo escucho…

Sr. Laxante:
-Sabemos que usted posee cierta información que para nosotros es vital que no sea difundida. Entendimos todo el temita ese de contratar aviones fumigadores para trazar con humo la cara de Don Queso y no nos gusta para nada

Cucurucho Descalzo:
-Ese es su problema, yo estoy hablándole a mi pueblo. Ellos deben conocer la verdad

Sr. Laxante:
Justamente el mantener oculta esa verdad es lo que mantiene vivo nuestro negocio. Mire, ¿no podríamos llegar a un acuerdo? Le podemos ofrecer un año de nuestros productos gratis: quesos de todo tipo y laxantes de toda forma y color a su disposición

Cucurucho Descalzo:
Me ofrece la tapadera y la solución, esto es el colmo. Ustedes se gastan una fortuna en propagandas donde pobres mujeres hablan sobre su imposibilidad de cagar, justamente porque ustedes son los causantes de esa incapacidad de evacuación. Mire que sé cómo sobornan a dietistas, ¡por algo la “dieta del queso” es la más popular de todas!
  
Sr. Laxante:
Señor le pido baje el tono de su voz, esto no debe ser escuchado. No le sirve un año gratis de acceso a nuestros productos, le ofrezco garantía de por vida ¿acepta?

Cucurucho Descalzo:
¡Váyase a cagar usted que puede!...

En ese momento el magnate de la corporación laxante pierde conexión con el señor Percovich y a continuación se desencadena el caos general. El mesías de la mermelada lleva a cabo su plan de esparcir su delicioso néctar, cuya principal propiedad natural es la de ser laxante, en las cañerías de la ciudad. El saneamiento urbano incapaz de contener en sus caños la consistencia de la mermelada explota instantáneamente ocasionando un diluvio de mermelada. La gente sale a las calles a bañarse en la sabrosa lluvia mientras los ejecutivos se lamentan en sus guaridas. Mujeres de todas partes se libran de sus excrementos por doquier, destapándose por dentro. La cara de Don Queso se dibuja sonriente sobre un cielo de mermelada. 

Elugo

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