lunes, 29 de octubre de 2012


Una persona levanta el tubo y marca.

-Hola, si, buenos días.
-¿Qué tal? Buenos días, atención al consumidor ¿En que puedo servirle?
-Mire la historia es así, yo no se si será con usted, pero me dijeron que probara de llamarle.
-Dígame y vemos, perder no perdemos nada.
-La cosa es media embarazosa por eso preferí el teléfono
-Señor acá escuchamos cualquier cosa, dígalo y punto.
-Bueno, bueno el asunto es así. El otro día, el miércoles 3 salí con unos amigos a tomar una copita, todo bien hasta ahí. Una cosa llevo a la otra, vasos que van y vienen, alguna cerveza, un whisky y algo de tequila iban regando la …
-Maestro si quiero escuchar una historia contada me compro un libro de esos con CD, yo acá vengo a laburar, decíme que pinto o colgamos.
-Como estamos e, que mala onda viejo. El tema es que luego de las copas a uno se le ocurrió la idea de ir por unas zorras “pa terminar completita la noche”. De ahí fuimos derechito pal queco, llegamos, cerrados. Entonces fuimos a buscar unas prostis a la calle. Luego de un rato encontramos 3 cositas muy pasables.

(Del otro lado, el telefonista cedía en su mal humor porque como el lector ya se comenzaba hacer una idea de que se trataba)

-Desde el principio yo notaba que las putas no me tenían mucho fealing, y ya me calenté bastante, porque uno contrata putas pa` dejar el asunto de los sentimientos de lado ¿no cierto? Pero las putas insistieron, me rechazaban abiertamente, es mas, una comenzó a hacer chistes sobre mi cara “te falta un zapallo de nariz y sos un puchero”. Mi libido iba a pique como mi moral, lo único que me subía era la ira, pero yo no golpeo mujeres y mucho menos putas, las respeto y hasta la fecha les tenía estima. Se que esta mal pero acá pagan justas por pecadoras.
-Y, ¿Qué paso hermano? – Pregunto un entusiasta y comprensivo telefonista.
-Lo que te podes imaginar, fuimos pa la casa de un tercero y comenzamos a pasar pa los cuartos. Todo normal hasta que me toco pasar a mí, justo la que estaba libre era la puta que me había rechazado, insultado, ¡profanado!  Pero la cosa no queda ahí, no solo que no quiso cojer, insto a las otras a no hacerlo, hablo de ética, de moral, de que las putas tenían derechos, ¡¿y los míos?! ¡¡Puta de mierda!!. Mucho mas pior es que una me iba a hacer la gamba pero no la dejo, la intimido. Que puta de mierda, nunca me había pasado, eso que soy feo hermano, bien feo.
Luego de tomarle los datos, buscarle la vuelta para poder elevar algún reclamo, el telefonista no pudo dejar de pensar en la historia, la cruel historia de la puta y el feo, de la puta gremialista y el feo. Tanto fue así que se decidió ir a verlo, no podía concebir lo sucedido. El conocía el ambiente de las putas, no deja muñeco con cabeza, como decía su padre.
Al otro día cuando se preparaba para retirarse a su casa, el telefonista fue llamado a la oficina del jefe. Este era un buen hombre, de unos 50 años, alto y muy canoso. Hacia muy bien su trabajo, conocía todos los detalles, llevaba un registro implacable de lo que sucedía en la oficina. Pero la virtud que lo hacia ganarse a sus empleados era conocerlos, saber como pensaban, como era su accionar.
-¿Y ché? Ya me entere – le dijo al telefonista- ¿era tan feo el tipo o era una puta arisca?
-Con todo respeto señor, era feo, feo como pisar mierda descalzo. 

viernes, 26 de octubre de 2012

Cigarrillo


 De repente venían las ganas de fumar. Estás sentado rodeado de amigos o mirando la noche desde una ventana, cuando la sensación llega. Estás preocupado, hay un pensamiento en tu cabeza que no descansa. Entonces encendés un cigarrillo, atento al ruido del tabaco quemandose, y ves la nube de humo azul ascender hasta perderse en la noche. De a poco vas sintiendo cómo aquello que te molesta se va quemando junto con el cigarrillo. Lo ves alejarse entre el humo azul.
 Fumar es algo parecido a escribir, pensás, en el sentido de no bastarse a uno mismo, en la necesidad de salir de los límites del cuerpo, en la necesidad de trascenderse. Lo que sos no alcanza, te digo. Te pregunto.
  Mientras fumás cada nervio y músculo de tu cuerpo se adecuan a la tarea, a su ritmo, a su mecánica particular. En tu interior podes sentir cómo la respiración del pensamiento se acompasa con la del cuerpo.
 Por el tiempo que dura ese cigarrillo pones todo lo que sos en cada pitada. Y todo lo que sos se aleja en cenizas, en humo, en aire, en nada. Fumar es parecido a morir, pensás.
  De repente te viene una imagen a la cabeza: un actor quitándose el maquillaje enfrente de un espejo. Te parece una metáfora perfecta. Sonreís.
  Imaginás ahora un hombre ante un espejo. Lo ves encender un cigarrillo. Ves diluirse sus rasgos entre el humo (la punta del cigarrillo brillando como un faro en la niebla). Por unos segundos lo ves fumando hasta que te acostumbras a su rostro. Sentís cómo va cambiando mientras el cigarrillo se consume.
  De pronto el sueño se interrumpe.
  Y es entonces cuando pensás, al terminar, quién queda.

                                                           Seoane

viernes, 12 de octubre de 2012

La realidad la mentira y la verdad

 *Cuando llegó a su apartamento con la campera a rastras y el fondo tibio de la cerveza en la otra mano, su madre que leía en el cuarto le preguntó con voz clara -Y ¿Cómo estuvo la reunión con esos nuevos amigos? A lo que Santiago respondió -¡Bien! Hubo un momento frente a una banderola que estuvo muy bueno...

  Adentro de aquella casa, iluminada por tenues pero potentes luces amarillas, la fauna humana reía, bailaba, entrechocaban sus copas, todo entre gotas de alcohol infinitas, una música hipnótica y el humo sucio de decenas de cigarrillos que practicaban la danza cenicero-pulmón hacia horas. Era el comienzo del fin de semana, una nueva oportunidad para Santiago de salir a seguir conociendo los secretos prohibidos que todos sabemos existen entre la luna y la ciudad, una nueva oportunidad de ponerse a prueba frente a los personajes que el teatro invisible del pavimento siempre tiene para sorprendernos. En aquella ocasión, la noche lo encontraba en la casa de un amigo relativamente nuevo que compartía una clase con él en la facultad. Música, vitamina, amistad, mascaras invisibles, frenesí. Todo había sido pensado para que nada faltase. El terreno estaba listo para un Santiago sin ninguna extravagante ambición, más que ir por un vaso de whisky (tomaba con su padre desde los once años) para luego pasar a vichar, primeramente de lejos, los discos que estaban bajo el monstruoso equipo de música. Por el momento lo que sonaba estaba acorde a su criterio, dentro de sus parámetros, Depeche Mode no suele fallar en ámbitos de caos.
  La ruleta de la noche y sus variadas posibilidades siguieron dando vuelta con las agujas de un reloj al que le daba lo mismo si fiesta o entierro. Desde un sillón y con la mirada sepultada en algún detalle, puesto y apuesto, Santiago comenzó a flotar sobre sí mismo para ir desde allí a cada situación que lo rodeaba. Su amigo, gran valor, saltaba como boxeando entre tres minas que le festejaban hasta el más mínimo gesto, las tres con la misma intención de terminar chupándole la pija a cambio de una segunda cita “a la luz del día”. Junto a él, un pelado muy alto de ancha espalda, hablaba con una señorita, tímida, delicada en sus movimientos a la hora de arreglarse el pelo o beber de aquel liquido color violeta. Mientras el pelado le comentaba cual era el secreto de la vida, la verdad absoluta del universo, ella hacía equilibrio sobre sus tacos del grosor de un hijo asintiendo a todo con la cabeza ante la exquisita reflexión del no-hair-man. A la muchacha el contenido de aquella pelada le importaba una mierda, la primera cuestión para ella era atender a su equilibrio, a su postura pero física; parecía una autómata. Santiago sonrió para si mismo y siguió bebiendo whisky, hasta que comenzó a notar que una muy linda chica de vestido negro y cerquillo sobre los ojos lo estaba mirando desde el sillón de enfrente. Encendió un cigarrillo y continuó mirando a sus costados. Sentados en una ventana, dos tipos, muy modernos en sus vestimentas, hacían muecas rígidas y fumaban. “Son el clásico dúo: el orejón y el lengua larga” comentó mudo Santiago con su otro yo. Uno de los tipos el “lengua larga” hablaba y hablaba mirando el perfil de su compañero, movía los brazos, se paraba y marcaba una altura, se reía, se ponía muy serio. Y el receptor, lo único que hacía era escuchar con sus dos pantallas auditivas y de vez en cuando pestañaba los ojos, que eran de búho. Ambos faunos estaban en su viaje mental, probablemente tramando alguna paranoia que los altere aún más de lo que estaban. Santiago dio otro trago a su vaso, y volvió su mirada a la chica del cerquillo quien casualmente, seguía mirándolo. El problema eras que ella estaba con otro hombre, estaban sentados bien juntos, él muy borracho, tomados de la mano. Así y todo no dejaba de mirarlo. En medio de esa situación Santiago alzó su vaso a lo lejos en señal de camaradería y ella sonrió, y besó a su novio que dormitaba. Atrás de ellos se había formado un fiesta aparte, era una ronda de unas doce personas, todos riendo a carcajadas y moviéndose continuamente, todos excepto uno que también estaba con ellos pero sentado y más alejado. Éste espécimen, de largas ojeras, no hacía otra cosa que fumar y fumar cigarrillos. No tardaba más de treinta segundos entre que descartaba una colilla en el cenicero y encendía uno nuevo. Santiago lo miró asombrado ya bastante borracho. En un momento, Mr. Ojeras sacudió su cigarrillo en el cenicero y sin querer sumergió un dedo por completo dentro de él, como si no tuviera fondo, como sin fin. Sorprendido y sin entender nada, el fumador a tiempo completo probó metiendo una mano, luego el brazo en el cenicero hasta que Santiago solo le vio el torso, luego la cabeza y finalmente desapareció. A su alrededor, nadie se enteró.
  Santiago supo que algo en él no estaba bien, la borrachera comenzaba a pesar, por lo que esquivando chorretes de alcohol y algunos disturbios fue hasta el baño y de regreso encontró en la cocina una banderola que daba hacia un patio interno. Le pareció un lugar propicio para fumar su último cigarrillo antes de irse. Para reforzar su decisión de estar a solas, escuchó que en la sala ahora sonaban los Auténticos Decadentes. Aquello marcaba el fin de la noche. Encendió el cigarrillo de frente a la banderola, apoyado contra el fogón. El viento que entraba por esa banderola era un alivio para su cuerpo, los poros se inundaron de un frio hermoso. La piel se le erizó, y respiro consiente de todo, lúcido. El panorama desde ahí daba a otro muro que también tenía una banderola hacia el mismo patio interno. Tras el vidrio estaba oscuro, por lo que el rostro de Santiago se veía reflejado en la banderola de enfrente. Parte de él estaba afuera, al menos su reflejo ya se había ido de la fiesta. Se alegró de saberlo. Pensando pausadamente en todo lo visto recientemente dentro de la sala principal, comenzó a hablarse con el único fin de poder escuchar lo que estaba pensando:
- La fantasía es fantasía. La fantasía existe, forma parte de la realidad. La fantasía es real…Santiago se hablaba en silencio mirando el reflejo de la ceniza roja en el vidrio de la banderola en el muro de enfrente. Le parecía muy poético verse en un cuadro dentro de otro cuadro.
- También la mentira forma parte de la realidad, tiene un cuerpo, tiene una forma. Saber mentir es saber estafar, es poder cambiar de lugar los elementos reales y los elementos fantásticos sin que los engranajes dejen de funcionar- concluyo convencido.Ya con la mente por fuera del cuerpo, Santiago mojó la colilla en una gota de agua que colgaba de la canilla; estaba decidido a salir de esa casa, ya había alcanzado, nada lo retenía sino todo lo contrario. Giro sobre su eje, seguro de sus pasos, y tras de sí la chica del cerquillo se había recostado al fogón, y observaba por la banderola, dispuesta a fumar el último pucho que tenía en la cigarrera. Él sonrió, porque realmente sentía mucha gracia, tomo una cerveza que había sobre una mesada y fingiendo colgar una máscara invisible en el perchero a un lado de la puerta de la cocina, salió rumbo a la calle.
  Una vez en la vereda, sacó del bolsillo secreto de su campera un pequeño reproductor de música con dos diminutos auriculares. En ese momento se sintió ser el medio y el fin de todas las cosas. Tenía consigo lo poco que necesitaba para estar un poco en paz y por sobre todas las cosas, tenía intacta la bendita capacidad del deleite. Puso los auriculares donde corresponde y ya sobre la avenida le dio play en modo aleatorio (ese segundo de espera por la canción perfecta es realmente delirante). Con Packt like sardines in a chuchd tin box de Radiohead correteando por su cabeza, pudo ver como los edificios bajo un cielo púrpura, subían y bajaban como en un ecualizador:

“I’m a reasonable man, get off, get off, get off my case /Soy un hombre razonable, déjame,
déjame, déjame en paz”

*

                                                                                                                Seba

jueves, 4 de octubre de 2012

La Ceremonia - Parte II

 Si se quiere seguir la historia completa invitamos al osado, si aun no incurrió en delito, a leer la parte I de esta epico relato http://tomandroganpelean.blogspot.com/2012/09/la-ceremonia-parte-i.html


Como la mañana era aun una lejana amiga del medio día, nuestro personaje decidió que seria prudente ir completando todas las compras que precisaba. Digno de su renovada confianza y convicción no lo pensó dos veces. Llego a la esquina y doblo a la derecha, dos cuadras adelante estaba su objetivo. El ferretero, un ser bastante despreciable, según Esteban, se encontraba en pleno almuerzo, el cual realizaba en plena actividad laboral. Sentado en una especie de banco, pero más alto, así como el de los bares, este sujeto comía un sándwich sobre la caja. Por los restos esparcidos en el mostrador, el mencionado aperitivo era de pollo.
 Sin siquiera mirarlo le emitió un sonido que evidenciaba un claro "¿que queres?". "Veneno para ratas". Estas palabras parecieron calar hondo en las viseras del viejo, con mucho más disposición de la transmitida hasta el momento, se incorporo y fue a buscar el solicitado producto. Luego de unos pocos segundos, su figura estaba de nuevo junto a un paquete en su mano izquierda. "acá tenes  son $50 pesos". Sin agradecer y pagando con el monto justo, Esteban se marcho.
 ¿Que le quedaba aun?, tenia el traje, tenia el veneno...a claro, aun quedaba comprar el ataúd. Igualmente algo por dentro lo motivo a ir a su casa, mañana habría tiempo para hacer el resto de las compras, además, ya tenia todo bastante organizado. No le sentó mal poder tomarse el viernes libre, pero cayo en la realidad, tenia que ir a trabajar, como olvidarlo, maldito trabajo. No le importo, su planteo era esta vez mucho mas osado, faltaría al trabajo y se juro que si le decían algo, eso seria el fósforo que prenda la mecha de la más salvaje de las bestias que alguien había visto.

 Ya no hay dudas, el Esteban que todos conocíamos estaba muerto, subyugado por esta nueva versión mucho mas impulsiva y determinada al éxito. Poco a poco el se apodera de sus espacios de dolor, comenzando a reinar por sobre cada una de sus células, de sus tejidos, sus órganos, su cuerpo, !que digo¡ su vida. 

                                                                                                            tito




lunes, 1 de octubre de 2012

Entrevista


-Hola, como le va Rodríguez?
-Bien mijo, muchas gracias.
-Bueno gracias a usted por recibirnos en su casa.
-Por favor…
-Usted nos conto hace un tiempo  por teléfono de su trabajo, cuénteme en que anda hoy día
-Bueno estamos trabajando, cuando digo estamos  me refiero a mi organización: salvemos  al carachata
-Bueno de eso me gustaría hablarle, antes de venir pasamos por su pagina web : salvemosalcarachata.com.uy   que ustedes, ósea, su organización que según entiendo es usted y su hijo?
-correcto
-bueno hay un punto  en su página que comentaba que uno de sus objetivos es desenmascarar al oso panda eso es así? Me puede explicar que quiere decir con eso?
-Efectivamente señor Basualdo  nosotros tenemos varios objetivos y entre tantos uno es ese.
Nosotros en la organización le llamamos la trolita del bamboo a ese bicho oligarca detestable.
-Por que existe tanto rechazo a una especia que sufre los mismos problemas que su carachata ?
-Permítame que me ría señor, ahí está el problema,  este bicho el tal panda es mas blandito que el propio peluche. Uno prende la TV y lo aburren a uno que el Panda esto que el panda aquello.
 Dígame usted cuando escucho hablar aunque sea un segundo de la situación del carachata del altiplano?
-Bueno en eso tiene razón es muy poco lo que se sabe
-Y le voy a explicar por que…
El panda es el negocio redondo del último tiempo genera dinero en todo el mundo equivalente al 40 % del PBI del Uruguay.
El Panda responde a los grandes intereses de este mundo, a los intereses de las multinacionales, de las grandes corporaciones.
Que cajita feliz panda, que busitos de invierno con la cara del panda en la pancita del nene, y ahora dibujitos animados panda.
Cuando vio al carachata del altiplano en una cajita feliz?  Nunca!
Cuanto tiempo hace que este afeminado del bamboo se está por extinguir digo yo, hasta cuando le van a robar la plata a la gente!
-Cálmese Rodríguez le va a dar algo
-Disculpe es que me pongo mal vio, pasa que si no le damos interés a lo que realmente lo tiene esta hermosa especie se nos extingue mijo, según datos de mi organización estarían quedando 2 ejemplares, el Luis que lo tenemos en el fondo de casa, y por suerte una hembra que no hemos podido atrapar pero sabemos por los peones del morales que anda alla en el campo, por la ruta 24, ya la han visto un par de veces en los tajamares, y eso nos llena de esperanza.
-Luis?
-No me dijo que estuvo en la pagina? el luis es el único ejemplar que queda del carachata lo tengo en el fondo de casa desde cachorro. Si usted viera lo que es ese bicho… familiero que da gusto.
-Esta permitido tener un animal así en la ciudad
-Bueno es guardián pero como están las cosas por acá he especial.
-El otro día lo llevaba al Luis al veterinario con una cagadera que si no la parábamos se nos iba, prendo la radio pa que se distraiga un poco y no va que sale que la Angelina Jolie dono 10 millones de dólares para la construcción de un rio artificial para la reserva del Panda en Nueva York al parecer para que no se depriman.
 El luis venia a los pedos en la caja de la camioneta y yo le vi la cara señor y se me llenaron los ojos de lagrimas, como si fuera poco el tipo de la radio sigue diciendo que bueno por fin una buena noticia ya que la mala era que habían llevado 3 hembras jóvenes  al panda gigante del Japon pero al parecer no hubo feeling.
Así como escucha. Entonces estas cosas a uno lo amargan.
Usted sabe lo que daría el Luis por una hembra, hasta ahora viene tirando con la pequinesa de casa pero el bicho no es bobo.
-Bueno cuéntenos como se puede ayudar con esta causa.
-Cualquier ayudita viene bien, por ahora lo que se precisa es vacuna pa la rabia y frazadas pal Luis que sigue internado. Llamen pa mi casa nomas que mi señora le toma los datos.
-Bueno muchas gracias don Rodriguez y ojala se haga justicia entonces.
-Gracias a ustedes mijo.


           
                                                                                                                     Goalter