jueves, 28 de febrero de 2013

Alla afuera parte I



En ese mismo momento recordé “no tengo más aceite”. Las papas, peladas y cortadas, tendrían que esperar para pasar a mejor estado, suerte para ellas, bueno en realidad ya estan muertas o desplantadas, que se yo.
Hace cuatro días que no salgo de mi casa más aya del almacén, pero hoy esta cerrado, tengo que ir al súper. 3 cuadras me separan del objetivo. Miro la alacena, la heladera: no tengo chancees, estoy vacío, no tengo plan b, el aceite es fundamental.
Me visto lento, pausado, pensando en cada acción. Me pongo un short deportivo, una remera media maltrecha y unas chinelas que están pidiendo el pase a retiro hace meses, al parecer el BPS no opina igual que ellas, suerte para mi, otra vez gana el patrón. Lo pienso un segundo y me cambio el short, me pongo uno de anchos bolsillos. Deposito en ellos las monedas que suelen reposar en la cómoda esperando esa última semana, donde la malaria las rescatara del olvido.
Creo que me estoy transformando en un bicho, se que es temporal, no me preocupa. Odio a la gente en su estado “compradores de súper”, sin dudas que soy mejor que ellos. Observo a un rubiecito treintañero que no sabe si elegir pan integral o regular, pobre diablo. En medio de un nubarrón de pensamientos sin sentido llego a la caja, deposito el aceite en el mostrador y le estiro la plata.
-¿Y el desodorante? ¿No lo vas a pagar?
Este comentario me levanta de mi letargo, me incorporo en mis sentidos, giro sobre mis hombros para ver al rubiecito con una sonrisa de oreja a oreja. Vuelvo la vista, miro a la cajera, con mi mejor cara de póker, y me río.
El también se ríe aireadamente, pero pronto una expresión de seriedad vuelve a su rostro e insiste en su comentario.
-Señora el muchacho se robo un desodorante, de los de barra, lo tiene en el bolsillo derecho de la bermuda.
A todo esto tengo al guardia de seguridad, un veterano retirado de alguna fuerza publica. Me mira fijo y me hace la pregunta incomoda. En eso vuelvo a posar mis ojos sobre el rubio cara de sorete, y aciento.
-Si,  me estoy llevando un desodorante, no tengo para pagarlo, no se, perdón, mala mía.
La vergüenza era total, la gente, bicho hijo de puta, le encanta este espectáculo, me miran como si fuera el carnicero de auztrich, empiezan los cuchicheos. El rubio me observa, impasible, ya no ríe, me inspecciona.
-Sos un botón hijo de puta, rubio sorete- Es lo primero que me sale.
El guardia “me invita” al famoso salón oscuro. Lo sigo con la mejor cara de “que me importa”, volví a los 10 cuando te mandaba la maestra a la dirección. Ahora tengo más del doble y me agarraron tratando de robar un desodorante.
-¿Así que sos vivo vos? Guacho mal cagado.
-Mire señor, la verdad no hay nada que pueda decir a mi favor, que se yo, perdón, plata no tengo, le juro, solo para el aceite. Mejor me voy y no vengo más.
-No, no. Tan fácil no la vas a sacar. Espera acá que voy a llamar a la policía.
Trato de frenarlo, le insisto que no tiene sentido, que es un desodorante, si bien es algo, si bien quise robar, no da para meter a la policía. Le pido perdón más verdadero, o talvez más desesperado. El guardia no me hace caso y me deja en la habitación, al costado del depósito de bebidas. Mientras que por un lado pienso en la cagada en la que me metí, otra parte de mi parece no caer del todo. Se ríe y piensa en robar unos jugos en sobre que están a unos metros de mi brazo derecho. Esbozo una sonrisa por mi espíritu rebelde.

                                                                                                                           tito

martes, 26 de febrero de 2013

Amor 10


Recuerdo aquel dia
la muerte otorgaba
una nueva vida
un comienzo de brillantes días
dispuesto a dejar todo
rogué por otra vida,
por todos Pedí.
Poco a poco me desvanecía
su presencia era desconocida,
me abrazaba me sonreía
y poco a poco yo moría.

Inclinaba mi cabeza esperando el corte
un segundo respiraba
mi alma descansaba
miré hacia arriba
y ahí comenzó mi vida.
Volvía en mi
con lágrimas dormidas
no entendía
pensaba en otra vida…
Mi corazón comprendía
la serpiente decía
-No es momento todavía vive el sueño,
Conviértete en Utopía solo así
no serás egoísta muestra que ellos viven
y que tú nos conoces.

Mi mirada no entendía
una serpiente hablaba
yo sonreía…
Mi mente la apreso
algún miedo supo desvanecerse
y pronto la liberaría.
Todo comenzaba a sentir
El Aire
La Tierra
El Fuego
El Agua
pronto se encargarían de dar bendición.
Cuatro elementos buscaban
un sagrado corazón
de muchas vidas
con muchos momentos
Dolor y Sufrimiento
Herido y Arrepentido
Dudoso y Certero
Verdadero e Irreal
uno con uno
camino marcado desde hace muchos años
que se abra acertijos
que se arriesgue
que camine
sin mirar al frente.
Perdía todos mis Miedos
esa misma tarde.

La petición de Muerte
bendecía un Destino

Amor



Descendían señales
en todo momento
en cada lugar
sincronizado largue al camino
empedrado y sin avisos
crudo y virgen camino
hermoso y estupendo
difícil y eterno

El despertar
algo que no resulta fácil explicar
con una planta sagrada todo comenzó
de pronto…
el Fuego de una ceremonia
me daba su bendición
días después un camino
anuncia
El destino marcaria
en principio y en final
todo tipo de tareas por realizar
así fueron encomendadas
empezando
Mi visión…
quedaría marcada
para siempre señales latentes

Se abrirían dos caminos
yo debería elegir
entre
Ser Igual o Ser Cambiar



Era marcado el tiempo
de mi decisión
el tiempo era ahora
ese momento
es hoy

Elegía el camino y su meta
le era revelada
El Cambio
tenia para mi
doce años de vida
solo eso me darían
pero mostraban el fin
de mi Misión
cumplida.
La Utopía contenta me sonreía
Mis Hermanos que seguían
se conocían
y ere ese el único modo
de vida.

Ese ultimo día
mi corazón se desvanecería
luego tendría mi merecido
descanso
eterno
Podría marcharme tranquilo
el Sol seria mi hogar
y la Tierra un viejo
y Nuevo Lugar



Mi última Vida
en ese lugar
dedicando mis días
para que el camino
que elegía sea cambiar
que elegía sea cambiar
y todo iría cambiando…

De forma repentina
mi mirada cambio
mi sonrisa ilumino
y lentamente caminaba
Las palabras eran conscientes
de el cambio
y todo esto
se hacia llamar
Evolución

Como todo repercute
y lo seguirá haciendo
mi cuerpo cambio
mi mente se aclaro
mi corazón guiaba los pasos
lento
yo lo escuchaba
y lo seguía caminando

Dudas y miedos eran ajenos
no estaban seguros
del llamado Divino
todavía penden de un hilo
en el cual muchas manos
quieren acompañar el camino
Solo saludo y sonrió
Amor
Ese es el camino

En dos mundos habita
la serpiente de fuego
conoció lo Oscuro
y lo conoce…
ahora es
Luz
Fuego
el Sol
Una conexión entre dos
historias paralelas
la de una vida
y la que espera
Brillando convirtiendo
todo lo que fui
en lo que soy
en lo que seré
Un Cambio

En lo Oscuro es locura
en la Luz es Amor
una vida de Amor y Locura
no lo sé todavía
un Maestro enseñaría

Silencio me enseñaba
dentro de mi existen hadas
siendo visibles ellas me guiaran
allí estaban y están
en todo momento
mirando al sol directo
mis hadas abrazaban

De pronto encontré
un Paraíso Terrenal
mis dos pies
solo querían caminar
y andaba descalzo
para sentir
a mi Madre
a mi Padre
Dios
En mi corazón
colores coloridos caminaba
encendiendo caminos.

Un pasarela de Amor
una vida pasajera
y una eternidad
que pronto se concretaría
Sobre el Agua Camina
Sobre el Fuego Danza
Sobre el Viento Descansa
Sobre la Tierra Trabaja

Cumplían su Destino
encontrarse todos ahí
en el mismo camino
Divino

Mi Amor los completaba
guiaba
junto con mis hadas
corrían los sueños
de la Utopía
de la Fantasía
de que un momento
sea solo eso
Cerrar los ojos
y elevar nuestro Cuerpo
hacernos Eternos
en el momento

Todo el peso cargaba
cuatro puntos en rombo
cuatro rumbos
cuatro brisas
de silencio

Mis Cuatro elementos
Mis Cinco sentidos
Un Destino
Muchos caminos…

Amor a la décima potencia
absorbiendo vibraciones
de otra dimensión
caminando en dos mundos
trasladando historias
conociendo otras
camina Libre
camina al Sol
eres 10 veces
Amor



                                                                                    Nazareno

lunes, 25 de febrero de 2013

La cuchilla y la madera


La cuchilla golpea la madera en la noche, destroza el morrón, después la cebolla y así.
No hay nadie en la cocina, nadie en la casa.
Cuánto sufrimiento ha sido acompañado por este sonido, el de la cuchilla golpeando la madera, cuantas lágrimas habrán caído sobre los morrones rojos y verdes que se  reflejan en los ojos de quien los ve.
Cuantos sueños se abandonaron?, cuántas vidas pensadas se dejaron ir?, cuantos amores han muerto?, cuanto tiempo ha pasado?.
Los movimientos casi automáticos del cuerpo, persiguiendo un fin inmediato.
No existe otro sonido que el de la cuchilla golpeando la madera en la casa vacía, desde otra habitación se puede percibir la pena, el sonido fugaz y triste del golpe, de quien lo da.



                                                                                                                        Nano

sábado, 23 de febrero de 2013

Mediodía con almuerzo


y ahora que tiene una casa
no quiere otra cosa

juega a caminar por el barrio
los negocios se le antojan perfectos
las persianas cerradas como las de la infancia
cuántos feriados
con el cuadrito en la mano busca una cuadrería
atiende un señor que se llama Carlos
Carlos tiene anteojos o lentes según por dónde se lo mire
entra a los pequeños lugares, calcula el pequeño dinero
no tan pequeño
armó su casa como una niña y sus muñecas
ella también
los negocios inmensos almacenes
zapallitos en la verdulería
todas las huellas de las personas
los pies y las baldosas
el ascensor que nadie sabe cuántos kilos
entró la bicicleta
parece que entra todo, Mary Poppins
el teatrino del deseo
recuerda mientras pone la llave en la puerta
el perchero para colgar carteras
empieza a tener recuerdos lindos, gratos recuerdos
de una vida que no es más
qué traicionero el corazón, tanguero
en lugar de pensar para adelante el tipo
esa guerra que le queda por dar
se detiene en una foto
las cajas son blancas
ahora que tiene una casa se pregunta
usted qué dice, qué dirá
cuando la huela

mediodía con almuerzo
y ahora que tiene una casa
no quiere otra cosa

La Gata Flora

viernes, 22 de febrero de 2013

Rosas blancas


 Dos rosas blancas, pensó, cuando miró hacia abajo y le vio los pies, tan blancos, tan pálidos, y las uñas pintadas de un rojo que sobre el fondo níveo de la piel parecía furioso. Enseguida se le ocurrió pensar en un cadáver con las uñas pintadas o para ser más exacto imaginó como en un sueño a una persona pintándole los pies a un muerto.

 - Fuiste vos el que lo hiciste. Sos vos el que lo está pensando. No veo a nadie más a quién puedas culpar.

 - Si, es verdad, fui yo el que lo pensó. Yo soy el responsable.

 - Y vos sos también está persona con la que hablas, y que te echa en caro esto.

 - Si, es verdad. Soy yo.

 Pero estoy seguro que la mujer existía, sentada enfrente suyo en un asiento del ómnibus, y que él la miraba, así como miraba los movimientos de ella cuando se acomodaba jugando, con una destreza inimaginable, el pelo por entre el ojo del colero, en un movimiento en el que ya no participaba su atención o su raciocinio como un fruto madurado y desprendido de esa parte de la inteligencia, y que él imaginaba ensayado por ella mil veces enfrente de los espejos sin nunca preguntarse quién era.
 ¿Se sentía observada? o más bien ¿Se sabía observada? Supongo que sí, y del mismo modo lo sentía él, a quién no le interesaba disimular su mirada y que en cambio la dejaba caer sobre su cuerpo como una culpa, aunque sospecho que si ella lo hubiese mirado, de repente, él tendría que haber bajado los ojos hasta sus pies en que los championes no dejaban ver la palidez de los suyos.

                                                                                    Seoane

jueves, 21 de febrero de 2013

Alla afuera parte II



Pasado un buen rato, cae el gerente. Me mira con desprecio. Comenta nuevamente sobre mi viveza, se ríe cuando el guardia comenta que esta por venir la policía. Lo ultimo que supe de el fue un contundente “gil”.
La policía nunca viene. En cambio el que aparece es el guardia. Me dice “anda nomás vejiga”. Le saludo con real agradecimiento y me voy rapidito, sin desodorante y sin aceite.
Pasado el mal trago, ya en la calle, me empieza a dar risa todo lo que paso. “soy un gil” “jajaja”. Pero la historia continua. Alguien me llama en el sector opuesto del estacionamiento. Es el rubio botón. Debo recocer, no supe que pensar. ¿Que quiere este hijo de puta ahora? Estoy anonadado, que loco de mierda, ahora tiene el tupe de venir a encararme. Pienso en pegarle, no es mi estilo, igual lo medito más de la cuenta. Tiene cara de gil y es chiquito. Levanto la vista, esta viniendo hacia mi. Le pego una sin mediar palabras y me voy a la puta. Si, si, esta decidido, una sin mediar palabras, lo sorprendo y me fugo.
-Che vo, perdona por lo del súper, te lo puedo explicar-  Fue lo bastante inteligente, empezó a hablarme a unos metros considerables de distancia, se salvo del puñetazo.
-Pero sos un rata hermano, pa que mierda no te metes en tus cosas, sos idiota- ahí sabíamos los dos que no le iba a pegar, se arrimo un poco más.
-Mira tenes razón, pero tengo una explicación.
Negando con la cabeza, desaprobando su labia maldita, cedo y le otorgo un “habla” con una expresión en la cara.
-¿Queres pitar uno mientras te cuento?
Este tipo poco a poco me va ganando el corazón, malditas drogas, no se porque pero me esta empezando a caer en gracia, quiero escuchar su escusa. A pesar de no tener ni puta idea de por donde puede venir, ciento que esta a la altura de su actitud. Cruzamos la calle y nos sentamos en un zaguán de una casa vieja. Esas de puertas grandes, de madera, que a los costados suelen tener simétricamente dos ventanas con rejas y persianas. Nos sentamos en el frío mármol, no hay dudas, esas casas siempre tiene mármol o un símil a eso en su entrada.
Saca una caja de cigarro, una pequeña, creo que era una marca nacional, no la vi bien. Dentro tiene el porro ya armado, pronto para pitar. Lo despunta, lo prende. Un olor muy rico invade mi alma.
-¿La verdad de la milanesa?
-Si loco, la verdad, sin chamuyos- le respondo mientras me pasa el faso.
Amaga con un comentario, un chiste, creo que sobre la milanesa, se abstiene, sonríe, toma aire.
-Soy escritor hermano. Escribo para vivir. Y estos días que pasan estoy seco, nada, estoy como transa sin droga, como… ya ves, ni para un pobre parábola. Entonces tengo que salir por las historias, pero será tan perra la vida que nada, todo quieto, ¿la gente?, muy gris, no inspira un sorete – agarra el porro que le estoy devolviendo- entonces apareces vos, un pelotas bárbaro con carita de campeón. Te sigo unos segundos y la frutilla de la torta, te haces el chamba y pimba, pal bolsillo. Perdona pero tenía que tener mi historia. Muchas gracias, de verdad ché.
Lo miro, no puedo creer, de alguna manera estoy manso. Inflo mis pulmones con la rica hierba y entre el humo sentencio.
-Sos un hijo de puta, un hijo de puta - terminamos el porro en silencio y con un apretón de manos nos despedimos.

                                                                                                            tito

miércoles, 20 de febrero de 2013

Son como personas, pensé


Nunca me gustó pensar que eran sólo eso, agua que viene y va sin dejar más que el contorno de su húmedo esqueleto en la arena ya empapada.

Parece que fuera su técnica, atraer millones de miradas que simplemente se pierden en esa gran masa densa, tratando de abarcarlo todo en un sólo instante. Pero que siempre terminan clavadas, allá, en la horizontal mas nítida que puede existir. Allá. Donde nace el mar.
Pero fue un día que me di cuenta, que esa inmensidad era tan sólo el telón rojo en el instante previo a comenzar la obra. Y pude ver.
Ver.
Como cada movimiento oscilatorio era perfectamente único, era imposible encontrar uno  igual a otro en aquella grandiosidad. Cada ola, cada una, única, hasta donde los ojos te permiten ver, única.
Son como las personas, pensé.
Cada una dueña de su lugar, en alguna parte de esa majestuosa extensión, que en un momento, decidida, elije su mejor lugar para dar su show, y morir, al final.
Me gusta pensar que existen por millones de años planeando ese momento, y cuando sienten que llega el día, se arrastran decididas a una tierra lejana, y mediante un acto mágico se despiden. Mueren.
Están las que vigorosamente se levantan, mostrando toda su belleza ante un público atento, se mantienen en alto los segundos necesarios para vestirse de los reflejos más brillantes y caen, provocando un estruendo, atrapando todas las miradas, descargando toda su energía en aquella costa, que ansiosa, espera su final.
Están las que tímidas, simplemente atraviesan miles de kilómetros totalmente desapercibidas, y llegan, con un mismo movimiento oscilatorio para esconderse silenciosamente en la arena, dejando colgados pequeños rastros de su escasa espuma, que, quieta, parece no querer desaparecer jamás.
Están las que se organizan para compartir su momento, como si no quisieran llegar nunca, bailan sin coordinación, chocándose las unas con las otras al compás de una música que pareciera no tener fin, se cubren de blanco y azul intenso y ahí se quedan.
Están las altas, las imperfectas, las reales, las alegres, las enamoradas.
Están.

Nunca me gustó pensar que eran sólo eso, agua que viene y va sin dejar más que el contorno de su húmedo esqueleto en la arena ya empapada.


                                                                                                              Anonima

lunes, 18 de febrero de 2013

La espera


Te veía de lejos, estabas por subir a un auto, te gritaba pero mi voz no sonaba  y solo se perdía entre el aire mudo.
El lugar era incierto, fuera de foco, lo único claro, tu imagen.
Entonces corrí para alcanzarte, mis piernas se movían pero yo no avanzaba y te veía irte.
Me sentaba en el cordón con las piernas cruzadas los hombros caídos y una culpa enorme.
La vista nublada se perdía en la calle sin autos, sin gente, sin ruido.
Levante la cabeza  y estabas sentada a mi lado y yo te quería explicar que te había ido a buscar que te había gritado y corrido, que no me habías escuchado, pero no dije nada de eso, estaba agotado y solo me desplome sobre tu hombro que de no ser por el me hubiese partido la frente contra el cordón, la idea no me desagradaba porque quería sentir un dolor cierto, tangible, detectable, un lugar preciso del cuerpo donde doliera y no todo, donde cortar la hemorragia y dejar de sangrar y no sentirme como ahora sin saber donde apretar para que calme.
Entonces aparecen tus manos que me rosan y me comprenden sin decir nada, como tampoco lo haces vos, porque siempre fue así, hablamos sin la necesidad de hablar.
Entrelazados de nuevo, sintiéndonos pertenecer a un lugar tan especial y recordar lo que te dije más de una vez que solo cuando te abrazaba mi cabeza se detenía y estaba en paz.
Te sentía tan familiar, reconocería tu abrazo entre un millón de personas, sabía que eras vos tan menuda y tierna.
Cuando me calme completamente me soltaste, te pusiste de pie, yo estaba desconcertado y te preguntaba que que hacías?  Vos me decías que solo venias a calmarme, y que podías volver cuantas veces yo quisiera pero que no era bueno porque  teníamos que vagar para realmente volver a encontrarnos.
Te veía irte y me preguntaba  si realmente serias vos o estarías perdida entre sueños y arañas.


                                                                                                                        Nano

domingo, 17 de febrero de 2013

Intermitencias


 Es increíble el miedo que sentimos a la oscuridad. Pienso que es un miedo distinto al que sentimos a morir de un cáncer, a perder un examen, a que alguien cercano nos abandone. Es un miedo por fuera de la razón.
 Sentado en algún lugar de la noche intento comprender ese miedo, dominarlo. Hago un esfuerzo por quedarme en donde estoy y no volver a la casa que está a unos metros. Me gusta en donde estoy y por eso quiero quedarme. Con un poco de suerte, pienso, mañana voy a poder escribir sobre esto.
 Miro hacia el cielo. Arriba de mi cabeza la noche está estrellada. Con mi mano apunto al cielo: mi cigarrillo encendido es la más brillante de todas.
 A mi alrededor la oscuridad lo envuelve todo, la realidad tiene un sola forma de la que mi cuerpo forma parte. Es como si cuerpo no me perteneciera, como si una parte de mi existencia estuviera puesta en duda o en jaque. A cada pitada profunda rescato una parte para después volverla a perder en la oscuridad. En este momento soy más que nada el pensamiento ciego divagando por el espacio que me rodea: entre los cerros, por entre los árboles. El mar y la curva líquida del horizonte.

 Mientras tanto el mundo sigue girando. A veces me gustaría pegar mi oído a la tierra. A veces siento como flotamos en el universo y me gustaría abrazarme a la tierra como un naufrago a los restos de un barco. Pero no lo hago. Ni siquiera ahora cuando es imposible que alguien me vea. Cuando parece improbable siquiera que alguien exista.
 Esas son las cosas que pensamos cuando estamos solos. Como ahora que escucho el aullido de los grillos y de los perros, el sonido del viento pasando por entre las ramas y encuentro en todos el mismo ímpetu alucinado, obsesivo, la misma voluntad abandonada, y pienso que por mi existen, para mi existen todos los sonidos del mundo.
 Es entonces cuando entendemos que el silencio es una imposibilidad y la Nada es un consuelo.

 Cuando termino tiro el cigarrillo. Lo miro hasta que se consume y la luz del cigarrillo se apaga y vuelve a la oscuridad. Decido que ya es hora de entrar y antes pienso en lo parecido que estar a lo oscuro es a la soledad.
 Me sueno los dedos y por un momento regreso a mi cuerpo. Intermitencias.    Yo también soy un sonido surgiendo de algún lugar de la noche.

                                                                                   Seoane

sábado, 16 de febrero de 2013

REGALO


desataste tu crueldad 
te vi
un raspón más en la rodilla
salir a jugar tiene eso
pero es raspón, no herida
no hay placer

me desataste en tu crueldad
te vi
un perverso
la perversa era yo
jugar a dios
pensar que era posible purgar pecado ajeno
placer de mártir

tuve que irme bien lejos de mi viejo
tuve que hacer lo hice
eso, un raspón y no una herida
solo me raspo ahora antes sangraba
años

cuando se sangra en años
no se hacen cicatrices sino várices

me desataste como una diva 
desata un moño
con el meñique en alto
y un gritito excitado
adentro vi el regalo
¡era mío!

no solo el amor cura

vi tu crueldad 
te vi
¡ya no me gusta!
eso se llama libertad, carajo

jueves, 14 de febrero de 2013

El empalme.



Serian algo así como las 4 de la mañana, capas un poco mas tarde, lo seguro era que no pasaba de y media. Una noche de mucho calor, para ser congruentes con la estación y el lugar. Mi compañero dormía placidamente, yo, que no se porque tenia este insomnio loco por esas fechas me tomaba una cerveza bien fría cuando sonó el teléfono, estaba tan cerca que solo sonó dos veces.
-Veníte ya para la intermediación de la 3 y la 26, terrible accidente, hay un lote de muertos.
Ese dato me callo muy mal, todo lo el esfuerzo del alcohol por sedarme un poco y darme una falsa paz desaparecieron. “Que trabajo de mierda” pensé, y era tal cual, trabajar en la sección forense manejando una ambulancia, acarreando cadáveres era una mierda. Según mi compañero era mejor que llevar gente viva, estos se quejan mucho, están vivos y eso les da esperanzas, por más falsas que puedan ser.
-Julio, levantáte, tenemos que salir.
A Julio no le gusto nada mi noticia, por su cara había tenido un día bastante complicado, creo que su mujer lo estaba dejando y tenían un lío con los gurises, cosas que pasan Julio.
Salimos expresos por Soriano rumbo al este y doblamos al norte en Bulevar Artigas, de ahí hasta republica Argentina otra vez al este, Avenida Italia y salimos por la ruta 3 rumbo al norte. El empalme con la 26 esta a unos 30 Km. de Paysandú, a las 4:40 estábamos ahí. Era todo barullo, una camioneta de la policía, una de caminera, una ambulancia, el camión y nosotros completábamos el cuadro.
Fue arrimarnos un poco que ya vi el auto, parecía ser victima de  una morsa gigante  estaba completamente comprimido, la parte delantera estaba por los asientos traseros y el camión se notaba había subido sobre lo que una vez fue el capo. En mis 5 años de trabajo, fue la primera vez que amague a vomitar, los cadáveres estaban completamente desfigurados, era horrible, dos mayores y dos jóvenes, por suerte todos murieron en el acto. El camionero estaba en un estado de shock total, temblaba cual hoja en otoño que sabe va a caer, el juraba que  no tenia la culpa y maldecía.
El auto con matricula Argentina circulaba por la 26 rumbo a Paysandú, regresaban de unas vacaciones por el Brasil. Al llegar al empalme con la 3, por la noche, el descuido o valla uno a saber, no noto que tenia que doblar a la derecha tomar una semi rotonda y así enganchar la 3. El conductor hizo lo que había echo semanas antes al tomar la 26 por la 3 pero a la inversa. Cuando uno va de Paysandú a Tacuarembo, simplemente se desvía un poco a la derecha y ya engancha la ruta 26, no tiene ninguna pirueta, es simple, porque en la dirección en que va uno, es la misma del otro lado, pero ese pedazo de uno 50 metros que une las dos rutas es de una sola vía. Por ahí circulaba el camionero a 90 km por hora cuando el auto impacto de frente a unos 100.
                                                                                           tito

lunes, 11 de febrero de 2013

Mañana Parte I


Hoy  voy a hablarles del 16 de enero, ya tengo varios años en esto de tener que estudiar en verano, nunca fui de esas personas que logran salvar todo durante el año y pasan tres meses al pedo.
He llegado a creer –la otra opción es que claramente me cuesta- que una parte de mi cuerpo lo utiliza como auto conservación, tres meses vividos como los paso del veinticuatro al ocho de enero generarían secuelas irreversibles.
Hoy es 16 de enero y  ahí estoy en la oscuridad del cuarto, corriendo la alarma de cinco en cinco desde hace más de media hora.
De pronto aparece en mi mente la voz de mi padre que me dice vos no tenes goyete,  no sé que es tener goyete pero no tenerlo es muy malo, así que me desenredo las sabanas y salgo de la habitación.
No sé cuando perdí el hábito de desayunar,  ya no recuerdo cuando fue la última vez que lo hice.
Hoy me siento débil y me arden los ojos, abro la heladera que tiene un morrón rojo por la mitad una botella de agua vacía y una bandeja de anoche con una pata de pollo, la cierro y recuerdo que fue cuando me vine a vivir solo.
Actividades del día: sacar los libros que necesito para el examen, fijarme el resultado de los que di en diciembre y pagar la UTE porque me llego una carta que si no lo hago antes del 18 se verán obligados a cortarme el suministro.
A las 11 de la mañana estoy en la vereda, estoy cerrando la puerta del edificio con llave- sino las viejas me putean- inesperadamente a pesar de levantarme sin goyete y no haber desayunado más que un poco de pasta de diente que trague mientras hacía buche me siento de buen humor.
El cielo es una pantalla celeste infinita y la temperatura es tan perfecta que el día mismo funciona como abrigo, en días como este se debería poder andar desnudo-pienso-.
La mañana se respira, se ve, se siente por todos lados y yo soy parte de ella, y de los que ella trae, pájaros con entusiasmo que gritan en las ramas pero que gritan lindo esperando que alguna hembra hoy llegue a cambiar su suerte,  parte de los que andan haciendo cosas importantes,  camiones que reparten cosas por los supermercados, claramente es la mañana,  me hace sentir bien, me dan ganas de caminar.
Una hora más de sueño lo hubiese cambiado todo, ya seria medio día y yo no seria parte de esta mañana.
La vieja que vive al lado todavía esta de camisón juntando hojas, barriendo la calle,  arranca a barrer la vereda a las 8 AM, cuando termina la de su casa barre la de los vecinos, cuando termina esto barre la calle y a las doce en punto saca a pasear un gato que tiene.
Pobre bicho es el único gato que he visto ser paseado con correa, el pobre animal se quiere ir a la mierda y dicen que una vez casi lo logra y que ella entro en tal estado de nervios que todo el barrio la ayudo a buscarlo, al final estaba escondido entre unos cajones de la frutería del Mario que está en la esquina.
Un medio día conté que giro 9  veces alrededor de un árbol, eso hay que reconocerle a la vieja lo pasea con correa pero le permite todo, ella funciona como parte del animal.
Me voy mirando los pies avanzar por la vereda, cruzo y la saludo con un gesto medio amable medio seco, no me quiero llevar mal  porque me da miedo pero tampoco quiero caerle bien y tener que hablarle, así que muevo la cabeza como diciendo si acompañada de una mueca pero sin mostrar los dientes.
No traigo música para distraerme así que vamos yo y la voz de mi cabeza por Montevideo.
Llego a  la plaza que me regala una imagen que me mantiene entretenido, la voz deja de increparme, distrae su atención en la imagen y ahora si estamos charlando.
Hay un rasta sentado en un banco de la plaza, esta fumando un tabaco o un porro no se siente olor, pero digamos que es un porro así  es más pintoresco, es paseador de perros, está rodeado de ellos deben ser 15 o 20  uno al lado del otro, distintas ramificaciones de piolas que desembocan en una sola atada a un árbol .
Igualmente esto no es lo increíble sino que son todos beagle- el perro chiquito con cara de rompe huevo protagonistas de la película como perros y gatos-, un beagle al lado del otro casi formando una sola figura.
Como mierda este rasta consiguió tantos perros iguales me pregunta la voz de mi cabeza a lo que respondo ni puta idea.
Si fueran distintas razas sería una buena cantidad, pero que sean la misma es impresionante.
Es imposible que todos esos perros vivan cerca uno del otro, pero tampoco creo que al rasta le den las bolas  para ir a buscar un bicho de estos hasta malvin otro a pocito y otro al parque rodo lo que lo hace más intrigante.
Cuanto saldrá el paseo de esos perros por día? Debe ser caro porque tienen fama de bastante hincha pelotas además debe venderle a los dueños el curro de que el perro se siente cómodo porque son todos iguales, curro que de tener perro yo compraría porque en parte es verdad.
No hay cosa que me dé más pena que ver a un salchicha atado al lado de un grandanes, se le ve en la carita esa de salchicha que tienen  que el animal no va disfrutando soy un convencido de que el salchicha es el perro mas desdichado, con altos complejos de inferioridad  (o será que el salchicha que conozco, el de un amigo, además de salchicha es semi paralitico), no se pero realmente me parte el alma.
Me voy mirando los pies avanzar por la vereda…



                                                                                                                                   Nano

sábado, 9 de febrero de 2013

Duda


Un cariño tranquilo, pacto armado en conjunto,
o pasión condenada que al fuego se remonta.
¿Solo así puede ser el amor? Te pregunto
con el vaso en la mano. Mi ternura está pronta.

La sábana de arriba se arruga con violencia,
bolsas desparramadas, lamer la bota sucia.
La de abajo es lectura, compromiso, paciencia,
renegar del hastío que asume la renuncia.

Un poema es prosaico si en vez de hacer, explica.
Ansiosa, vivo alerta de un pequeño permiso
cuando el silencio enciende un pícaro en tu mirada

atisbo de un amor que ya no se fabrica:
donde todavía puedo soñar el paraíso
respirando el olor de otra baba en la almohada.


                                                    La Gata Flora

miércoles, 6 de febrero de 2013

Crece



Yo digo que todo
es una mentira
alguien por ahí
mira y mira seriamente
nunca sonrie
a nada
ni nadie
para nada se conmueve
llora igual de serio
triste
para todos da igual
algunos se aprovechan de los demás
otros matan por matar
sin querer
queriendo
otro nace por nacer…

y sonríe
porque al Amanecer
nunca será…
Él mismo.


                          Nazareno cruz y el lobo

lunes, 4 de febrero de 2013

Un tirón


Esto intentara ser un texto sincero, no hay mas realidad que esta.
Soy yo y estas palabras que se van pegando en un fondo blanco mientras un cuerpo humano las escupe.
Cada una se va llevando cual hormiga una porción del alma. Y eso alivia.
En algún momento llega, no sé cuando, no sé cómo, ni por qué.
Todo se nubla una sensación asfixiante me envuelve. Los pies se calientan, las piernas se tensan, la cabeza enloquece siempre acompañada de ansiedad.
Entonces esta la luna llena reflejándose en un vidrio de apartamento, yo estoy parado en un balcón justamente en frerente, veo la inmensidad de la luna y la ventana amarrilla que la mira.
El viento cruza grita algo y se va.
En ese momento ya no sé quién soy, no soy más que un desconocido en un lugar que no reconozco. La sensación de un domingo de tarde un jueves de noche no es normal. Me desconcierta.
Extraño a esa mujer que no conocí y me extraño a mí mismo.
Miro las baldosas de la vereda que ahora me tientan más que la ventana iluminada de enfrente o que la luna misma.
Siento que voy a volverme loco las manos me traspiran las dimensiones de mi cuerpo le quedan chicas a mi estomago que patea queriendo escapar.
Tengo miedo. Por eso escribo.


                                                                                                                 Nano

domingo, 3 de febrero de 2013

círculos


 recuerdo caminar de vuelta a casa y preguntarme era eso el amor, lo que sentía debajo de la piel corriendo tan suave, tan delicado, apenas subiendo como un grito por la garganta, o a caballo de la sangre bajando hasta mis pies, llevándome de regreso a casa, me recuerdo a mi mismo caminando por una calle que desembocaba en la luna, y después en la oscuridad del cuarto y después en el río del sueño que buscaba en cada signo, en cada forma desembocar en el amor que antes había estado debajo de la piel, subiendo como un grito por la garganta , pero yo entonces no sabía, aventuraba definiciones absurdas como sueños, imaginaba al amor debajo de la piel, subiendo por la garganta, y fue tanto el tiempo que demoré en pensar no hubiese sido mejor gritar, cada noche de esa noche de luna que se repite, como Penélope destejiendo la trama del amor de cada día, y no lo otro, no dejar el amor pudriéndose en la boca, una bala en el tambor que el tiempo herrumbra.

                                                                      Seoane

sábado, 2 de febrero de 2013

astronomía




 viaje a la cuna
imagen en este momento
estamos en  la galaxia de lo escondido
hay un planeta que describir aunque te gustaría saber cómo
un vos que yo también quería tener
misión abandonada

hubieras podido verme hace mucho tiempo
interesada en los cometas y los asombros
los tuyos
sin embargo fue casi un capricho
como si en el próximo verso yo utilizara el sol
cerrara el tema

entonces
nos vamos orbitando por un delirio que nos salve
una inhóspita salida en forma de óbolo
la astronomía nos lo permite porque de eso van las constelaciones
conexiones caprichosas una vez en la historia
que ahora son signos
como las palabras

es tan lindo escuchar que uno es único
eso, una estrella
pero el amor es más lo que no se dice y lo que no se hace:
si se mueve la tierra
y no nos damos cuenta


la gata flora