jueves, 28 de junio de 2012

Carta Publica


Mi nombre es Juan Antonio Verardi, nací un 15 de agosto por allá lejos, en un año muy olvidado, que no  viene al caso. Desde pequeño aquellos que me conocían empezaron a darse cuenta que mi vocación estaba en el arte. Poco a poco fui puliendo este don, tal como quien saca del carbón un precioso diamante. Al principio me incline por la música. No me fue mal, la gente en la calle me reconocía y la crítica fue siempre positiva, pero en el mundo mandan las ventas y como mis discos no tenían esa suerte tuve que probar eso de la literatura. Me costo mucho, al principio me decían que tenia un leve retardo, que parecía un niño, luego me di cuenta que por mas que mejorar no iba a ningún lado. A la avanzada edad de los 30 comencé mi carrera como payaso, fue efímera y corta como la vida de la mariposa. Luego del 5to show no me contrataron más. No piense el lector la fácil, no toque a nadie ni le rompí la cara a un niño malcriado, solo que no era tan divertido como pensaba, por lo menos no en eso de las payasadas.
 Hoy a los 45 estoy preso, cumplo condena en el centro de reclusión Tacuarembo pabellón 5. Por suerte el pabellón es tranquilo, los presos mas duros están en el 1 y 2, rara vez los vemos, son realmente peligrosos. Pero el motivo de mi carta pública hoy no es contar mis pormenores en la prisión, de la cual espero salir en 5 meses, sino relatar como llegue acá.
 Corría el 7 de diciembre, un día hermoso, se venia todo eso de la armada del arbolito, etc. mi familia como siempre muy buena onda, como sabia que estaba desempleado me arrimaron unos pesos para que pudiera comprar regalos y divertirme en las distintas celebraciones que tanto se dan por esas fechas. El sábado 10 nos juntamos donde unos amigos y luego de muchas copas y alguna que otra cosita comencé con mi show, hice una especie de stand up y luego con la ayuda de un amigo practicamos nuestro plan maestro las famosas "intervenciones". Estas son especie de bromas en las que se trabaja con la realidad presente, lo que se hace es crear otra realidad alternativa para el momento y ver como se desenvuelve la cosa. Al ser una reunión entre amigos la única victima resulto ser una novia tímida y con poca suerte, ella se llamaba victoria. La broma salio muy bien, yo simulo un paro cardio respiratorio, con convulsiones truchas y todo, mientras que mi ayudante (esta vez eran todos cómplices pero uno tiene un papel central) dice que es doctor y me hace unas cosas que resultan en mi muerte. Resultado: un éxito, todos reímos menos ella que la pasa muy mal. Más tarde en la noche toda se me aclaro, mi vida serian las intervenciones.
 Al comienzo eran todas simples, con muchos cómplices. Era el mozo borracho de un cumpleaños de 15, el músico que se moría en un casamiento, todas cosas sencillas y bastante obvias. Pero como soy un artista de verdad, poco a poco, en mis ratos libres empecé a generar expectativas en mi mismo. Mi sueño era una intervención nacional, aunque sabia que era pedir mucho, además que era muy peligroso. Comencé con cosas simples, hacerme el retrasado, el lisiado, el perdido, el extranjero, etc. pero me sentía poco, sabía que podía dar mas, pero tenia que cruzar una línea delgada que era la de lo legal, ya que si seguía por el camino que yo quería podía ser que tuviera algún altercado con la ley. Un martes que el sol no salía aun me dispuse intervenir al vecino, lo tenia estudiado, el paseaba el perro a la noche para no juntar sus asuntos, pero mi idea era darle un buen susto, me compre un revolver de juguete y lo intervine. El tipo casi se muere pero luego se rió mucho y hasta cambio sus malos hábitos, fue un verdadero golazo. A ese éxito lo siguieron muchos otros, hasta un fatídico 19 de julio.
 Tenia el lugar muy estudiado, al medio día unas 20 personas almorzaba en le restaurante a la vuelta de un lugar donde yo trabajaba enseñando magia a niños. en el almuerzo tenia 1 hora entera libre. Día tras día juraba que mañana era hasta que un día tome coraje y lo hice. Fue un gran show, pero algunas cosas salieron mal, creo que la gente no estaba preparada, talvez hubiera sido mejor seguir con los proyectos nudistas pero siempre tuve mucho pudor, maldita sea. Granada en mano abrí la puerta y grite "por Satán, mi vieja y artigas, que se partan todos", granda de metal (trucha) pa adentro del local y descontrol de todo tipo de colores. Mozos corriendo, gente que se empujaba, niños que no entendían nada, un ejecutivo que me salio a perseguir, pero la frutilla del postre fue una señorita de unos 20 años que se asusto tanto que atravesó un vidrio, perdió una mano la mitad de la cara y toda una carrera de modelo, era muy bonita pero mi broma al parecer termino con sus plantes.

                                                                          tito

5 comentarios:

  1. Tito! Muy bueno! Pensé que la bomba iba a explotar al final... Me gustó más el desarrollo que el final, che... Pero está bárbaro narrado. Besos!!

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  2. Ta bueno tito
    da pa cortar mas tela
    vamo arriba

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  3. muchas gracias che jajaja y tienen razón los dos, ademas se nota claramente la ansiedad del final y el mal manejo de ese asunto :( jajaja
    abrazo

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  4. el tito escribiendo sobre un personaje que realiza performances, el manso poniendóse melancólico... el toman sorprende día a día... buen relato Tito, tremendo personaje, da para muchas historias... quizás hubiera estado bueno detallar más alguna de las intervenciones, particularizarlas un poco... abrazo!

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  5. me gusto tito pero coincido que se podria haber explotado mas el texto.

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