Las
piedras de una auténtica aspereza
susurrando
salieron de su boca:
fiebres
de adolescencia que se toca
por
consumar impulsos de fiereza.
Las
partes se quebraron, muerto el lazo,
perdido
en la cascada amarillenta
frente
a una niña que se opone, lenta
al
surco pegajoso de su abrazo.
Es
anhelo el dolor, boca de hielo:
el
sudor no se puede sentir suave
raspando
el miedo, que en su ardor estalla.
Ni él
ni la niña conocerán consuelo.
Vendrá
el tiempo a arrastrarlos en su nave
para
sangrar de nuevo la batalla.
La Gata Flora
m gataflorafloraloka.m.cadavezquemeprovocas.m
ResponderEliminarcuantaflorafloraloca.m,delasgatasmariposa.
estoy encubriendome
fatigandome
consumiendo el azul puro de los destellos.
como? maldiciòn!
se han descubierto siete moscas dandole la leche a un conejo.
ResponderEliminartodo se tornò impresionantemente vulgar,
ResponderEliminarpero dentro,
de las partìculas brillantes
habìa polvo sucio de esperar.
gata sin palabras, sos muy buena, me encanta leer tu poesía, me llegas mucho
ResponderEliminargracias
saludos
gracias Tito! me alegraste el día.
Eliminarimpresionante Gata!!! "Las piedras de una auténtica aspereza
ResponderEliminarsusurrando salieron de su boca" con estos versos como principio, como no encantar oídos!!! beso!
muy bueno, pega fuerte a los sentidos.
ResponderEliminar"la cascada amarillenta", "el surco pegajoso de su abrazo"
no paro de leerlo.
gracias,
aceitunero
Gata, cuándo vas a leer para nosotros?
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