sábado, 5 de mayo de 2012

Ojeras


Aureolas de neblina alrededor de los ojos.
¿Ojos eran?
Manchas grises del humo del tiempo.
Surcos que colgarán en mis ojos como en los de mi abuela.
Mirarlos día a día en el espejo antiguo
en el espejo nuevo
en las ventanas esas de la calle
que de un lado se ve hacia el otro lado
y no del otro lado.
¿Ojos eran?

Cuando niña ya estaban
las reconozco mías en el primer reflejo
dos cráteres con dos ojos que hervían
volcán el mundo entrando por los ojos.
Fue dejando las marcas de ceniza
esa erupción de entonces:
ningún sueño profundo ningún descanso
borrará esos vestigios.

Hay días más violetas o marrones
más verdes o rosáceos.
Use primero un cubre-ojeras
después la base líquida
después polvo compacto y una brocha.
Nunca pasar la base arriba de los ojos.

Hay días que se notan más
después del maquillaje.
Otros cuando una amiga nada ingenua
puede decirte: ¡hoy estás tan fresca!
Otros mojados de alivio.

No puedo predecirlas. Con su misterio
solo nos resta convivir:
fue ayer cuando un niñito de seis años
sus ojitos rodeados de piel blanca, perfecta
dijo hablando de dios
qué difícil entender este tema.
Mis ojeras, el tiempo, la memoria
el sueño y la vigilia
el deseo y la ausencia.



                                                                                                                     La Gata Flora

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