Era ese momento del día que el tanto disfrutaba, mateaba al
lado de la radio escuchando las noticias, las mismas que ya había escuchado en
la mañana y al medio día mientras esperaba la llegada de su compañera, ya a esa
altura de la vida no la veía mas como un amor aunque si le brindaba todo el
poco cariño que él tenía para brindar. Algo que día a día hacía, una rutina
pero de esas rutinas lindas, a las que a uno le hacen falta cuando no las tiene.
En si su vida se resumía a una rutina, el levantarse todo los días a la misma
hora, higienizarse, desayunar y salir rumbo al trabajo. Ahí pasaba de sol a
sol, ganándose la sobrevivencia. Siempre fue un tipo de pocas palabras, de
largas miradas en las que decía mucho más que en las largas charlas en el bar
con los parroquianos del lugar, siempre le gusto mas escuchar que exponer, y no
era porque no tuviera de que hablar. En su vida le habían sucedido las cosas más
extraordinarias que uno pueda imaginar.
Aquella noche no pudo dormir temprano, hubo algo que lo
mantuvo atrapado hasta largas horas, siempre fue un hombre puntual, pero
aquella noche hizo la excepción a la regla. Salió a caminar por las calles
angostas del pueblo, la brisa de la madrugada levantaba la tosca de las
aquellas y en el ambiente se respiraba olor a lluvia.
No estaba preparado para vivir lo que el destino le tenía
planeado, iba a ser de esos momentos en los que a uno no lo preparan en la escuela.
Ni Dante Alighieri hubiera podido describir tal escena. Lo primero que sintió fue
un fuerte escalofrío que le baja por la espalda, seguido de una parálisis total
de su cuerpo, sin siquiera poder pestañar. Solo podía contemplar aquel pequeño
cuerpo en un charco de sangre debido a las 13 puñaladas que le asesto. No
lograba entender como alguien había logrado cometer tal atrocidad, ¿Qué se le
puede cruzar por la cabeza a un ser humano para llevarlo a cometer semejante
barbaridad? No encontraba respuesta y seguramente nunca la fuera a encontrar.
La gente del pueblo estaba desesperada, caían uno tras otro,
nadie encontraba motivos, por su lista habían pasado delincuentes, políticos,
gente honesta y hasta niños que ni siquiera entendían la gravedad del asunto.
El comisario del pueblo siempre había sido un inepto, pero como era el sobrino
de un alto mando en Montevideo un día entro en la fuerza policial y solo tenía
claro que de la comisaria iba a salir con los pies para adelante. Pero aquella situación
lo supero, no se podía seguir haciendo la vista gorda, la gente se empezaba a
impacientar en busca de respuestas pero él no las podía dar no porque no las
tuviera sino porque su estado de borrachera desde la mañana hasta la noche le impedía
hacer su trabajo. En un momento de lucidez pidió refuerzos a la capital, que le
mandaran “los milicos inteligentes” fue su pedido y no se refería.
No sabía que las cosas habían cambiado, estaba vez la suerte
no iba a estar de su lado que desde hacía
un tiempo siempre que caminaba lo hacía acompañado, que estaban atrás de él. Es
que él no era quien pensaba ser. Cuando las luces de la camioneta del comisario
lo empezaron a iluminar empezó a notar que sus manos estaban manchadas de sangre
al igual que su ropa y su cara. No entendía el porque si él no había tocado el
cuerpo, no entendía que hacia ahí y porque estaba en el lugar. Pero ese día
todo se iba a terminar, ese día no iba a ir a una cárcel con rejas y guardias,
sino que su celda era una acolchonada y con enfermeros. No solo iba a ir el,
sino que con él se iban a ir todas sus vidas, todas sus personalidades, todos
sus “yo”.
ta buenazo manso, pero vamo arriba viejo dale una leida antes de publicarlo
ResponderEliminarCoincido, buen relato pero pegale una pulida antes de publicarlo, hay errores machazos! Salú gran cuentista!
ResponderEliminarme decepcionaste manso,perdoname que te diga...igual vas seguir siendo mi idolo por siempre y jamas!!!
ResponderEliminarArregla esos textos rataaaa!!!
a mi me re gusto manso, esta re bueno. aunque los últimos párrafos están medios confusos, aunque yo se porque paso esto y justifica. manso te felicito
ResponderEliminarabrazo grandee
pa estos dos en q andan?
Eliminarno podias colegir a dos manos porque la otla estaba ocupada?
o algo pol el estilo?
La expresión es la siguiente: :O
ResponderEliminarAplausos!
:o = cara de asombro.
Eliminarjaja no estoy de acuerdo!
Eliminareso es cara de "ohhh..."
Eliminarhey, hey! esa es mi frase! Además de los $100 que ya te gané me vas a tener que pagar derecho de autor.
ResponderEliminarTe llegó mi mensaje "pelotudo"? *
*1 - frase de cabecera de manso sosa.
Nueva faceta de El Manso? Bienvenida sea! Y si, corrija antes si es posible...
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