Hoy quiero contarles una historia cortita, reciente y nada
particular. De un tiempo a esta parte, una persona X, se dio cuenta que la
carrera que eligió para ser profesional no es la que más le gusta, pero aun
así, como no le queda mucho (estaría bien preguntarse que es mucho) optó por la
actitud del garca, o del simple y siguió adelante.
Corría el miércoles 2
de mayo, un día hermoso, nuestro personaje se levantó temprano, abrió la
ventana y quiso agradecer, pero no pudo, estaba mal. Últimamente las mañanas no
le hacen bien, o será que no es culpa de la mañana. Anda cagar. Se puso un pantalón
gris, una remera azul que le recordaba a ella y bajo los 45 escalones que lo
separaban de la leche. Pagó callado. Muy confundido se puso a estudiar. No le
interesaba mucho lo que leía, además él era un tipo vago, bastante perezoso,
cualquier excusa le venía bien. Sus ojos estaban perdidos, lo invadió una cosa
que no podía manejar, sentía morir, murió y se fue a la cama. No pudo llorar,
no llegó a tanto, sintió que su vida no tenía rumbo, pidió por su madre.
Entre mate y mate sentía que estaba perdido, pero a la
vez, tenía una energía muy rara y fuerte que le corría por el pecho. Estaba
trancado, como queriendo decir eso que no podía. Entró a clases y se sentó
lejos, atrás, bien apartado de la mirada inquisidora del profesor. Hoy tocaba
una revisión. Con la cara del resignado que sabe que la horca es cuestión
de minutos, tragó el sabor amargo de la responsabilidad. Miró la hoja, las
preguntas y se dio cuenta que no sabía nada. Otra vez la misma historia,
perder, otro objetivo perdido, que tristeza, volvió a morir. Era mucho para un
mismo día, su corazón no lo aguantó, se desesperó,"¿quien soy?". No
tenía respuestas, más de lo mismo, perder, imágenes en su cabeza, dudas,
miedos. Todo eso en una silla, en el fondo de un aula. Miró a los costados,
todos parecían saber, seguro que era el único que no había estudiado lo
suficiente.
Él nunca supo que fue. Yo digo que fue el vacío,
porque después de él no hay nada, sólo subir, así fue. Subió, subió mucho.
"Dale puto, siempre lo mismo, sos una sola queja". De repente todo no
era tan malo y a lo mejor algo sabía, en realidad había estudiado, de a poco
salía del pozo. Se sintió más hombre, más humano, más feliz. Lo invadió el
coraje de quien tiene que sacar fuerzas de donde no las hay, las sacó. Empezó a
escribir, gritó. Se sobrepasó de excitación, creyó en él, porque era la verdad,
él podía, ¿Por qué no?
Se retiró del salón feliz, de la muerte a la vida, y
que vida. Estaba con una energía para cuarenta, quiso ver mujeres, las vio.
Sintió que superaba todo, lo hizo. Sin ningún miedo consultó con sus colegas
cuales eran las respuestas. Oyó las respuestas, vio sus caras, oyó sus retos,
no le importó, se dio cuenta que perdía, pero que feliz que era, ¿quién le
quita lo bailado? ¿Quién le bajaba ese coraje, esas ganas de gritar, de vivir? Qué
lindo, "Qué lindo estar vivo" pensó.
Mucho rato después, cuando se marchaba a su casa, feliz,
pensó que era momento de hacer eso que hacia días no se animaba, lo hizo, fue
más feliz. Mucho mas tarde llego a su casa, no se aguantó, escribió una
historia y me la mandó.
Tito
sos un grande tito!! ceci
ResponderEliminarjaja es muuy bueno
ResponderEliminarEstá re bueno...Me gustó mucho! Felicitaciones por esas ganas de vivir.
ResponderEliminarAbrazo grande!
Pa, quién será ese pibe? lo conocemos?
ResponderEliminares un capo
Este pibe pasó este examen!
ResponderEliminarEstá lindo che, te pido por favor que no te nos mates tito
ResponderEliminarEste loco es un zarpado! Yo lo quiero en mi equipo siempre.
ResponderEliminarAbrazo, botija!
ANIMAL DE TRES ARROYOS!!
ResponderEliminarla puta madre muy bueno Tito!!! me lamento por no haberlo leído antes, mas temprano, seguro me hubiese servido para patear la vereda con otra actitud y una mueca rara, como la que tengo ahora; me duele el pecho, pero estoy feliz. una preciosa emoción. gracias brother!
ResponderEliminarporqué será que suele más fácil ser desdichado que animarse a ser feliz?
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