de mi silencio dependía
pendía el silencio de mi suerte
yo sabía que él
sabía que ella
sabía que yo
no podía silenciarlos
pero sí suspenderlos
con mi silencio
con palillos de ropa
con cintas y con grampas
como fuera
pero tenerlos alambrados
en mi silencio
ella me dijo que si yo decía
se terminaba el mundo
mejor callar, me dijo
estoy en tus manos
yo tenía once años
ya podía pensar
qué pronto aprendemos a mentir
él dependía de mi silencio
su presencia pendía de mi
sino no había él
sino no había yo
pero quizá no había de todos modos
el terror a una ausencia es una ausencia
un silencio sostén
del orden de lo intolerable
como contrapartida
toda mi voz cantinela infinita
vieja cantinela infinita
al llegar de la escuela
el silencio
adentro de la ducha
en el auto
en la plaza
en las canciones
en las conversaciones de sobremesa
en la noche
cuando empezaron a crecer brazos y piernas
a tirar los vasos
a darse contra las puertas
estaba ahí el silencio acariciándome
contra mi voluntad
metiéndose en mi sexo, manoseándome
traicionero silencio del que pendía el mundo
de mi silencio dependía
pendía el silencio de mi suerte
yo sabía que él
sabía que ella
sabía que yo
no podía silenciarlos
pero sí suspenderlos
con mi silencio
el silencio jamás es pasado
jamás es olvido
ojalá lo fuera
pero no lo es
La Gata Flora
me gusto mucho gata, es un gran tema
ResponderEliminar"qué pronto aprendemos a mentir" muy lindo
ojalá lo fuera . es muy linda tu poesía gata , muy linda !
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