jueves, 16 de mayo de 2013

La Cita VII



En otro momento esas palabras hubieran lastimado mucho a Osvaldo, pero no esa noche, el estaba cómodo. Se rió sarcásticamente y asintió con la cabeza, como quien da palmadas en la espalda.
-Yo sabía que iba a pasar esto- comentó con aire de superioridad- al pedo te dije que vengas, ¿sabés que viejo? Ya fue, somos diferentes, vos no entendés, ni querés entender y seguro pensás que a mi me pasa lo mismo- y para rematar se puso un poco sentimental- Yo te quiero mucho viejo, de verdad, no quiero pelear.
El señor Alberto, lejos de estar calmado, como pretendía estarlo, parecía desencajado, estaba bastante colorado y no podía parar de apretar los dientes. Le molestaba de sobremanera la actitud de su hijo, su superioridad moral, campechano, de no pasa nada, paz y amor. Subió la apuesta.
-Osvaldo, vos perdóname que te diga esto -mientras terminaba de hablar se paro, se puso detrás de la silla y posó sus brazos en la parte superior del respaldo- Yo también te quiero, pero quiero que sepas que vos no sos, ni cerca, la gran persona que te crees ser, vos sos un mediocre, eso y nada mas.
El terminar la frase fue una descarga de guerra, lo dejo centrado y sin dudas mucho más aliviado, pero cuando Osvaldo fue defenderse volvió a hablar.
-Andas por la vida con esa actitud de no pasa nada, de que sos mejor, ¿mejor qué quien? Sos un mediocre, que se esconde, que se regocija de serlo y cuando la vida aprieta papito, papito. Y lo peor de todo es que capacidad no te falta, sos un tipo despierto, eso es lo que te encanta pensar, “si yo quisiera” pero no, eso era antes, ahora sos un hombre, y sos eso: un mediocre.
Osvaldo quedo un poco sorprendido, la artillería pesada de su padre lo sacudió bastante pero no fue lo suficiente como para llevarlo a ese plano. Su padre ya le había hecho saber todo esto, capas no de forma tan directa pero si con actitudes y gestos. Igualmente su estado de ánimo cambió, ya no estaba sobrando la escena.
-Viejo, te pido que te vallas- ya no era soberbio, era sentido, estaba triste- otro día hablamos.
Su padre no tomo conciencia de la violencia del momento hasta que estaba por llegar a su casa, manejando apurado y con mucha ira. Lejos de querer ver las cosas como las planteaba su hijo, Alberto sumaba caballos de batalla a su causa y se vanagloriaba por tener razón, se mantenía prendido a ello, como quién lo necesita para vivir. Una vez acostado se dio cuenta que todo aquello estaba muy lejos de estar bien. Había perdido el control de la situación. Aún así, por un lado se siento tranquilo, de que hablo el corazón, que no guardo nada, pero un sentimiento de intranquilidad le hacía recordar los medios y no pudo coincidir con Maquiavelo. Se fue a dormir muy afligido, con la ambigua sensación de cómo debía seguir esto, la relación con su hijo. No tenia idea, y a un tipo como a él, eso lo molestaba. Maldijo con fuerza.
Ni bien su padre abandonó la casa Osvaldo se encargó de limpiar la picada, los vasos y volvió a mirar fútbol. Si bien estaba bastante dolido, sentía, como su padre, que se alguna manera ambos dos se habían expuesto tal cual eran, y eso era algo bueno. De todos modos odiaba escuchar a su padre hablar así, sentir toda esa rabia. Como podía ser que fueran tan diferentes, que no pudieran tener una conversación normal y civilizada. Recordó un poco atónito escenas donde su padres discutían, y el sentía una extraña complicidad con su padre. Su madre parecía retarlo por cosas tan tontas, tan torpes, ideas locas, extravagancias de la vida. Ese recuerdo le regalo una sonrisa. Él no era así, el también podía ser un romántico.

8 comentarios:

  1. Atrapante historia! En ciertos momentos al inicio de los demas textos me hizo acordar a un amigo de la escuela que se caracterizaba por ser terco y siempre tener una respuesta a lo que las maestras le decían. Te recuerda a alguien? Salute

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    1. gracias sin pecas
      jajaja, un amigo? el negro santana, jajajaja
      grande loco, segui haciendo estragos
      abrazo

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  2. Muy sentido, la historia sigue calando hondo cada vez que vuelvo y no es mentira. Hoy estuvo duro, capaz por que la leí ni bien me desperté y me la dio en la geta, pero era necesario que así sea. Bello texto. Bello eslabón...

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    1. gracias bro, lindas palabras de un crak, gracias
      abrazo

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  3. Claridad y habilidad para crear ambientación. Transmite y llega. Sorpende y fascina. Arriba!

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    1. pero mira quien habla tambien (jajaja), don celtic, ¿le gusto?, genial hermano, gracias por las palabras de aliento, suman una banda
      cuando quieras las puertas estan abiertas de par en par
      abrazo

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  4. Siempre al detalle, me encanta eso.

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    1. muchas gracias r, vos siempre al firme con la cita
      abrazo

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