lunes, 7 de noviembre de 2011

Cotidiano

Ella aprendió a decir sus primeras palabras a los 3 años.
Cuando tenía 10,  aprendió a quejarse.

Se quejaba porque tenía muchos deberes.
Se quejaba porque no quería ir a la escuela.
Se quejaba porque no quería ir a ingles.

Se quejaba porque no era bonita.
Se quejaba porque no le iban a hacer fiesta de 15.
Se quejaba porque no quería estudiar.
Se quejaba de sus compañeros.
Se quejaba de sus padres.

Se quejaba porque no le gustaba nada.
Se quejaba de sus amigas.
Se quejaba de que estaba pasada de peso.
Se quejaba de que no le gustaba hacer deporte.

Se quejaba de que nunca tenía tiempo para ella.
Se quejaba de su trabajo y se quejaba del dinero.
Se quejaba porque estaba soltera.
Se quejaba del paso de los años.

Se quejaba de la gente y se quejaba de lo que hacia la gente.
Se quejaba de la vida que llevaban los demás.
Se quejaba de su esposo.
Se quejaba por estar casada.
Se quejaba por no tener hijos.

Se quejaba de los hijos.
Se quejaba de estar atrapada en su propia vida.
Se quejaba porque no podía viajar.
Se quejaba porque no tenía amigas.
Se quejaba de la falta de opciones.

Se quejaba del dinero y del trabajo.
Se quejaba porque sus hijas estaban grandes.
Se quejaba de que estaba poniéndose vieja.
Se quejaba porque tendría que jubilarse.
Se quejaba de su salud.

Se quejaba de lo que habían hecho sus hijas con sus vidas.
Se quejaba porque su esposo había muerto.
Se quejaba por no tener nietos.
Se quejaba porque estaba sola.

Se quejaba por tener cáncer.
Se quejaba porque iba a morir.
Se quejaba de su suerte.

Murió a los 79 años en su cama, quejándose de dolor.



                                                                                                                              Nano

3 comentarios:

  1. esta bueno. me gusto la idea y como la desarrollaste. continua

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  2. jaja re carne de escuela. puede y debe mejorar

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  3. Me gusta tanto la anáfora bien usada. Está bueno cómo avanza el poema más allá de lo estancado del verbo inicial. Cuando uno lee empieza a desaparecer lo que se repite, no? Y el movimiento está en lo que no se repite. Como un contraste temporal, también.
    Si tenés ganas, buscate "El Hombre Imaginario" de Nicanor Parra. De las anáforas más bellas que conozco.
    Salú!

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