viernes, 4 de noviembre de 2011

Atelier

                                                                                  a tito, a quien quizás le robé la idea.

 me llega un mensaje de un amigo diciendo si a las 2:30 puedo posar y enseguida le digo que sí. el taller es en maldonado esquina minas, por lo que salgo de casa a las 2 de la tarde. camino por durazno, a una altura en que la calle está rodeada a ambos lados por arboles que no dejan pasar del todo los rayos del sol. a mis pies el suelo parece un ajedrez de luz y sombra.
 a los 20 minutos de salir estoy en la puerta del taller. entro y me reciben dos hombres que juegan un ajedrez, les digo quien soy y que hago ahí, Sí, pablo, me dice uno, pasá por acá que ya vamos a empezar. la sala es un espacio integrado que da a un patio interno por el que entra la luz, con pinturas a los costados, tablas de dibujos y una silla al frente con una lámpara a su lado. me dicen que si quiero me siente, que me ponga cómodo, La clave, me dice el profesor, es adoptar una posición que te sea cómoda y que despues te sea facil retomar. la gente tarda todavía un poco en llegar, por lo que todavía no me siento, me quedo parado midiendo el espacio, los olores, las personas que ya están ahí. miro hacia mi costado y veo el retrato del amigo que me contactó, lo encuentro distinto, fijado, perturbablemente reconocible. cuando alguien me pregunta como llegué hasta el taller le respondo que soy amigo de él, lo señalo, su silencio parece confirmar lo que les digo.
 llegan el resto de las personas y me dicen, Ahora sí, empezamos. me siento en la silla, la espalda reclinada, las manos en las rodillas, y apunto mi mirada hacia un cuadro en el fondo de tonos naranjas y relieves y trazos marcados y fuertes. el cuadro es grande, por lo que clavo mis ojos en la esquina superior, justo donde dos pinceladas o surcos blancos parecen dibujar los perfiles de una pareja de hombres. un par de minutos más tarde, al frente de la pintura se sienta un viejo. está sentado de tal manera que, desde donde yo lo veo, los hombres dibujados por los trazos blancos parecen soñados por él, proyectados por él, como esos globos de las novelas gráficas que sirven para mostrar lo que los personajes estan pensando. soñaba dos hombrecitos blancos y yo estaba anclado a su sueño.
 lo primero que hacen es medir las proporciones con el pincel, lo ponen delante de sus ojos (parece como si me apuntaran) al tiempo que lo mueven de un lado a otro, de forma que el pincel queda por momentos horizontal y vertical al viento. el tiempo pasa lento, me resulta dificil dejar de moverme, particularmente las manos. siento como la presión va pasando de una a otra parte del cuerpo. nunca realmente dejamos de movernos, pienso, cuando reducimos al máximo el movimiento externo del cuerpo, nos percibimos por dentro, la actividad incesante de la sangre, las contracciones involuntarias de los músculos, la génesis del pensamiento. me observo siendo observado, soy en los ojos de los otros. en un momento un hombre de bigotes me pide que deje quieta las manos y en seguida una mujer dice, Sí, cómo se mueve. me doy cuenta de que posar no es un trabajo tan sencillo, no es ir y cobrar como yo pensaba. hago fuerza para no dormirme, presto atención a la respiración, inhalo por la nariz, exhalo por la boca, trato de imaginarme como el aire de a poco inunda cada parte de mi cuerpo. me siento como un pelotudo. varias veces la misma mujer me dice cosas como, Vos estabas mirando más hacia tu izquierda, vos tenías el menton más hacia arriba. cuando termina una de las poses, le pregunto Te estoy matando? ya no puedo evitar mostrarme enojado.
  en uno de los descansos (el trabajo consiste en cinco sesiones de 20 minutos con 10 de descanso entre medio) un hombre de bigotes le comenta algo al viejo, No sabés, le dice, el cd de tango de virgilio exposito que me compre,  yo te digo hermano, si no llorás con eso no sabés nada. me entero que virgilio y su hermano homero exposito son algo así como los hermanos wright del tango, autores de canciones tan conocidas como naranjo en flor o malena. siguen hablando un poco más, pero en seguida se cortan. ya pasaron los diez minutos.
 en las 3 horas que estoy siempre se escucha una música de fondo; en un momento un blues empieza a crecer desde alguna parte del taller. entonces en medio de una sesión se acerca el profesor y nos habla de robert johnson, un negro que tocaba tan bien el blues que motivó leyendas de caracter fáustico, que hablan de una encrucijada de caminos y de cómo a cambio de su alma el diablo le había dado el blues. Que boludo hay que ser, dice el hombre de bigotes, para venderle el alma al diablo a cambio que te enseñe a tocar la guitarra. y claro, eso genera en la clase todo tipo de comentarios.
 juntan la plata y me la dan, ya son más de las 5, me quedo para una posada más, esta vez con el profesor presente que les hace algunas correcciones, y después alguien dice, Ta, ya está, te podes ir. Si querés, me dice la mujer, a fin de año podes venir a buscar tu retrato, yo te lo regalo. Muchas gracias, le digo, capaz vengo sí. quedo un momento parado, mirando los retratos, hasta que punto ese soy yo, me pregunto, saludo a nadie y me voy. al regresar por las mismas calles siento como que me deje algo olvidado, y que no hay forma que a fin de año me lo devuelvan. cuando llegue a casa, pienso, me voy a poner a escuchar esos tangos.

                                                                                                           Seoane

7 comentarios:

  1. esta bien,esta bueno tu relato y si, en definitiva sos un vulgar ladrón, uno mas de los tantos que abitan este mundo

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  2. tiene algunas faltas de ortografía

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  3. un placer como siempre seoane.
    como en cada lugar por mas insignificante que sea uno se lleva algo no?

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  4. Habitan..con h anonimo 1 por dios!
    Seo,buenisimo el relato. modelo che?
    pa mi tenes que ver ese retrato a fin de año!!(interno: me acuerdo en este momento del dibujo del travesti barbudo..era muy bueno..)
    le voy a dar la chance al negro johnson..pa hacerle caso a anonimo 3 y llevarme algo..

    anonimo (como todos..)

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  5. Soy el único no anónimo. No sé si es muy bueno eso.
    Me gustó, aunque me parece te mató la ansiedad por subirlo. Lo digo porque si lo trabajabas más, iba a quedar aún mejor. Tampoco sé cuál era tu objetivo con el texto, así que todo queda por eso.

    un abrazo, tincho

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  6. me encanto... me sentí un poco identificada con casi todo jaja.... hay que tener mucha paciencia para posar delante de muchas personas, y no es facil quedarse quieto.....
    arriba!

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