martes, 18 de octubre de 2011

Cara de domingo

“Tenés cara de domingo” me dijo “…de deprimente y melancólico domingo”.
“Pero hoy es martes” le contesté “esta es mi cara de martes”.
“No” me retrucó “…no importa si hoy es martes, miércoles o jueves. Vos siempre tenés cara de domingo y yo no puedo estar estancada con un domingo”.
“Pero eso puede cambiar…” acomodé los pliegues de mi rostro, forzando una sonrisa “… ¡mira! esta es mi cara de viernes”.
“No es natural, pareces una marioneta. Por más que te esfuerces, tu rostro siempre se va amoldar a una cara de domingo” sentenció ella.
Mientras caminábamos, mi vista se iba estacionando en rostros pasajeros y a medida que pasaban les fijaba días en la frente.
Caras de lunes, rostros de martes, máscaras de miércoles, ojos de jueves, antifaces de viernes, semblantes sabatinos radiantes de felicidad…
Y yo con mi cara de domingo, mi expresión fijada en una forma saturnina. 
Al pasar junto a un auto estacionado, me detuve en mi reflejo. Aunque era martes, me sentí domingo. Con la ayuda de mis manos empecé a desdibujar las muecas de mi cara. “Para crear es necesario destruir” pensé “Para que nazca un día es necesario que muera otro” seguí pensando.
Así mi rostro quedó limpio de expresión, parecía el de un maniquí, equivalente a un pulcro lienzo deseoso de ser pintado.

Machaqué mi rostro de saturno,
se desprendió de mí, lo triste y taciturno…

Me puse a reflexionar sobre qué día fijar de la frente para abajo, y así mi rostro moldear.
Al lunes lo descarté enseguida ¿quien iba a querer una cara de lunes? Si bien me encontraba desconforme con mi cara de domingo, la prefería ante una cara de lunes, la peor de todas las caras. La cara arremetida por la responsabilidad, la cara disciplinada, la cara chorreante de stress, la cara más popular en los ómnibus urbanos que circulan de mañana, la conocida cara de ojete.
Los martes no son tan despreciables, pero tener cara de martes es tener una cara sin gracia, desprovista de expresión. Para tener una cara inexpresiva, una cara de piedra, me conformaba con mi cara de domingo.
Ahora, los miércoles son otra cosa. Ya una cara de miércoles es otro cantar. El miércoles es un corte de navaja en el estómago de la semana. Hay un antes y un después de cada miércoles. Si bien el miércoles es medio indeciso porque esta ahí a la mitad, se aleja del martirio de los lunes y deja despuntar algún indicio de fin de semana. Pero tampoco es la gran cosa, medio que quiere quedar bien con todos. Se presta un poco para la joda, se relaja un poco pero ni bien salta alguna autoridad castradora se achica enseguida. Y para tener una cara de careta, de “me hago el malo pero achico enseguida”, me quedo con mi cara de domingo.
Hablando de caras de jueves ya es otra la cuestión: los rostros de jueves son muy de sonrisitas tímidas, de pliegues nerviosos, de ansiedad latente. En ellos se vislumbra que la tormenta ya pasó y que lo mejor está por venir. Además hay mucha cara de jueves confundida, porque se cree cara de viernes y ahí la cosa se complica. Cuando las caras de jueves se confunden con las de viernes, pueden que al otro día despierten siendo caras de sábados o incluso se sabe de algunos casos en los que automáticamente por la tremenda decepción que se llevaron por no haber sido viernes, se transformaron en caras de lunes. Así que para ser una cara con mucha expectativa y demasiado ansiosa, opto por mi tranquila y apacible cara de domingo.
En lo que concierne a las caras de viernes el problema reside en su peligroso atractivo. Las caras de viernes se caracterizan por: dientes apretados aguantándose las ganas de noche, labios que se expanden y se contraen en formas de resoplidos y suspiros, ojos locos y dementes, sedientos de desenfreno y narinas dilatadas que dejan entrar la mayor cantidad posible de revitalizante oxígeno. Todo esto pinta esta cara alegre, pero llevar consigo una cara de viernes todos los otros días, sería demasiada responsabilidad. Demasiada exigencia para uno mismo, uno no está para andar feliz todo el tiempo. La gente con cara de otros días te envidiaría y hasta podrían transformar tu cara de viernes en cara golpeada y herida (las cuáles es difícil saber a que día pertenecen). Me quedo con mi inofensiva cara de domingo que no va a inspirar celos en otras caras de otros días.
Las caras de sábados son multifacéticas: pueden ser caras post viernes, o sea caras arruinadas por los vicios y la noche, pueden ser caras sábado con complejo de viernes (presentan los mismos síntomas) o simplemente son caras relajadas, risueñas, felices, caras que no esperan nada, caras satisfechas de todo, caras de expresiones bobas. Y para parecer un mongólico feliz de mi condición estúpida prefiero mi cara de domingo que por lo menos advierte sobre mi inteligencia.
Luego de descartar las caras de todos los días y contentarme con mi cara de domingo, baje a tierra y vi que ella ya estaba en la esquina. Apresuré mi paso y la alcancé.
Le toqué el hombro, se dio vuelta y le dije “Me quedo con mi cara de domingo”.
Ella me miró y me dijo “Te quedas solo como un pingo”.
A lo que contesté “Vos tenés cara de nada”.
Y ella se justificó “Debe ser por la ensalada”.
Me quedé atónito viéndola partir, la vi cruzar la calle y entrar en un local de comida vegetariana, me di media vuelta y caminé con la frente en alto, ostentando mi cara de domingo, rebosante de orgullo.
                                                                                                                                         Elugo

14 comentarios:

  1. Los invito a que digan con que día se identifican sus caras...

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  2. la del miercoles es sublime, me quedo con esa descripcion tan exacta

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  3. jajaj... hey vos! cara de domingo! no te pongas triste, ni te justifiques, hay muchos con cara de domingo que han llegado a viejos, se puede vivir con cara de domingo... ademas hay quienes prefieren los domingos, son pocos... pero tiene sus admiradores...

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  4. Uruguayo promedio: cara de Domingo
    Argentino promedio: cara de viernes
    Brasilero promedio: cara de sabado con salpicones de miercoles jueves y viernes.
    Chileno promedio: cara de lunes con salpicones de martes
    Peruano promedio: Cara de jueves

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  5. no te dejes influenciar la cara de domingo es una mierda!! la mejor es la cara de jueves siempre hay una esperanza de que lo mejor este por llegar es el famoso relajo con orden!

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  6. hoy tengo cara de domingo...
    cara de domingo a la tarde invernal,mi cabeza esta asi como una olla cuando se cocina el pop (plop,plop,plop,plop)pero aun asi me cara es de domingo.
    De todas formas...quien dijo que es mala? me gustan los domingos a la tarde en invierno...asi que mi cara es una ''linda cara de domingo a la tarde invernal''

    A.S.R

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  7. nooooo, yo se muy bien que es esto, yo conozco las moviditas de elugo para conseguir comentarios. bueno desde ya te lo digo: ni en pedo te comento nada.

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  8. este texto es buenísimo de verdad. encantadoramente narrado, gracioso y honesto. me encantó.

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  9. si yo comento rompo el récord del toman y lo voy a hacer
    salud elugo

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  10. Propongo otra visión de mi cara de jueves, el fin de semana no es un escape a ningún lado, es una sentencia, otra semana siendo el mismo, igual de responsable, igual de culpable, igual de idéntico.
    La sentencia se dicta el sábado. El viernes es el juicio, estás perdido. El jueves es ese pasillo larguísimo, banco y más limpio que el pliegue de pellejo donde guardabas hace años tu esperanza, es un parto inverso, es el viaje al patíbulo, el jueves es cara de mala gana, cara de ¿qué importa?, cara de misterio desentrañado (destazado y con el tobillo atravesado por un gancho, paseando por el matadero, decapitado soltando sangre y tripas llenas de mierda, llenas de vida al fin y al cabo, regodeandote hasta la sonrisa al ver a los novillos nuevos que se llevan todo por delante), cara de injustificable, cara de pena aceptada y amiga, una irreductible mirada de cadáver complacido, mi cara de jueves es franca como una puñalada en el esternón, es como apoyar tus nalgas (hoy hermosas) en el muro y mirar al batallón de fusilamiento: no hay actores, no hay más que humanos, cagándose los pantalones o sonriendo. Mi cara de jueves es cinismo que te muerde las bolas. Es la diarrea que cae encima y te quema el pecho, no te sacudas, estás atado, mi cara de jueves es un falible.

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  11. Disparate:
    cada loco con su cara!
    bienvenida sea tu nueva interpretación un poquito oscura y adolescentemente macabra.
    Si fuera tu psicoanalista freudiano te diría que presentas claros síntomas de depresión y que la tuya es causada por un déficit de cuidado durante la niñez.
    ¿A quién mimaba tu mamá más que a vos?

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  12. Si fueras mi psicoanalista freudiano no serías muy bueno. Hijo único intentado hasta el cansancio. Hogar biparental, sin restricciones ni imposiciones por la fuerza. Pone otra ficha y tira otra vez.

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  13. ¡Muy bueno! no sé que cara tengo yo pero solo discrepo en que a mí me gustan más los martes que los miércoles. Tal vez sea solo yo, no sé... excelente relato.

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