sábado, 22 de octubre de 2011

Roberto Anchorena "Silvia"

Roberto o Robertito como se lo conocía popularmente en su Carrasco natal, era un joven común y corriente de la clase alta montevideana de post dictadura; disfrutaba de la buena vida, los lujos y las comodidades de su entorno.
A los 17 años sus padres lo envían a España a terminar sus estudios secundarios. Allí  Robertito descubre su apetito por lo profano y lo prohibido, y conoce a Ricardo Pérez, con el cual también descubre su verdadera identidad sexual.
A su regreso de España a Robertito le resultaba imposible ocultar su homosexualidad, sus padres patricios católicos no tardaron en notarlo y pronto recurrieron a la violencia como método disuasivo de las conductas "anormales" del primogénito.
Tras 2 años de sufrimiento y represión Roberto decide abandonar su casa y mudarse, pero su incapacidad para sobrevivir en el mundo real, lo dejan en la calle desamparado, al principio recurre al robo, pero pronto se da cuenta que no tiene la picardía para realizar ni siquiera el hurto de una bicicleta, por lo cual decide tras muchas noches de llanto dedicarse a las labores sexuales.
Robertito en poco tiempo se hace de una esquina, la de Bvar. Artigas y Rivera, y con ropas femeninas lo -o mejor dicho debo decir- la abordan sus clientes, caballeros con renombre, padres de la clase media, profesionales y también bichicomes, rateros y malvivientes.
La dura vida en la calle hizo que Roberto tuviera que mudar su parada hasta el túnel de 8 de octubre, donde adoptaría el nombre de Silvia.
A principios de los 90 ser Travesti en Montevideo era mas difícil que ser judío en la Polonia ocupada del 41, sin embargo "Silvia" supo conservar su lugar tranzando con los policías de la zona, y haciendo más de un mandado para los políticos de turno.
Recién en el año 1998 "Silvia" tubo su reconocimiento, y fue invitada por un dirigente colorado, no viene al caso quien -uno gordito administraba un hospital- a participar en la campaña un voto un pete, por la cual recibió elogios de la prensa, y mas de una propina.
Lamentablemente todos estos grandes personajes, sufren lo que yo llamo el síndrome peluca, un par de días en la tele, algo de fama y luego mueren trágicamente con un humo misterioso a su alrededor.
Roberto "Silvia" Anchorena muere el 14 de junio de 1999, tras ser atropellada por un camión de conaprole cuando se dirigía a cobrar un cheque por 15 mil dólares al banco Republica de Rivera y soca.
El Calvo Loco

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