miércoles, 26 de octubre de 2011

Dicen...

A la flor más hermosa del más lindo campo,

Que lindo era verte,
perderte entre las sábanas,
cuando yo jugando
con trazos de besos y caricias
surcaba tu cuerpo, rogando

que tus cabellos me rodearan
con tu calor de amante
y así dejarme morir,
y recibir triunfante
esa muerte enmarañada

Dicen que de los que piensan demasiado es el hábito de escribir.
Ahora le arden de lágrimas los ojos,
de esas que queman más que el fuego.
Ahora siente la necesidad imperante de escribir,
tiene la esperanza de que a través de su pluma
podrá escurrir sus lágrimas en el papel.
La mano que empuña el lápiz se articula por el recuerdo de ella.
Ella, la que antes acariciaba la mano sin necesidad de lápiz.
Ella, la que antes contemplaban los ojos sin necesidad de lágrimas.
Ella, la que antes borraba este vicioso hábito de escribir.

Dicen que la lastimosa mirada,
antes posada sobre la mano de ella
apretujada por la de él,
ahora sostiene el lápiz en gesto que alimenta el vicio.
Muerde sus labios para no volcarse en llanto,
Su mano acalambrada reclama un manto de caricias, el de ella.
Ella, la que antes mordía sus labios.
Ella, la que antes sostenía su mano, apretujándola a su antojo.
Ella, la que ahora le esquiva el ojo.

Dicen que el tiempo de los amantes es la ausencia de todo tiempo, el no-tiempo mismo.
Ahora no puede más que sentir cómo en su arqueada espalda se clavan las agujas del reloj.
Ahora la ve a ella tan distante en el tiempo, tiene la confianza de que cuando la vea se olvidará al instante de los minutos y las horas, de los días y las semanas, de los meses y los años que cuelgan sobre él.
Él, el que antes se suspendía en el tiempo en presencia de ella.
Él, el que antes se olvidaba del espacio en compañía de ella.
Ella, de ella se ignora su tiempo y lugar.
Ellos, de ellos se sospecha llegó su final.

El brazo que antes rodeaba el cuello de ella empieza a temblequear.
Garabatea titubeante aquel lápiz, que quebrando su punta se intenta suicidar. 
La hoja chilla agonizante.
Es la mano que ha dejado de escribir.
Él fue invitado a desaparecer y en un simple suspiro se desmaterializó.
Era esperado con ansias en el terreno del no-tiempo y lugar.

Al otro día, el dueño de la pensión llamó a su puerta. 
Le extrañó que su inquilino no contestara y terminó por forzar la cerradura.
Encontró el cuerpo yaciendo a orillas del escritorio.
Descubrió sobre su pecho los trazos en papel.
Las palabras manchando aquella hoja con el último aliento del difunto conmovieron de tal manera al buen hombre, que en gesto de buena fe creyó conveniente enviarlas en un sobre a la mujer que antes habitara allí.
Claro que junto al desgarrado corazón en papel, viajaron las cuentas que atormentaban al cadáver deudor.

Mi mano cesó de escribir. En sorbidos breves bebí silencioso el resto de una botella de vino. Me acosté en el sillón y con la vista fija al techo medité.
Mis pensamientos giraron en torno a si era conveniente o no acabar con mi vida; ya fuera por la imposibilidad de pagar al cobrador, ya fuera por la imposibilidad de curar mi desamor o simplemente por el hecho magnífico de darle a mi vida un final literario, repleto de reflexión metalingüística. 
Tristán el Triste

8 comentarios:

  1. Escribir hasta el último instante de vida, vivir hasta el último instante.

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  2. "Dicen que el tiempo de los amantes es la ausencia de todo tiempo, el no-tiempo mismo..."
    Si si... y es una de las sensaciones mas lindas...

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  3. Ánimo compañero Tristán, que la vida puede más!

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  4. Asì es Elugo, la vida puede màs.
    Me encantaron las primeras estrofas, me emocionè.
    Serà por los sentimientos que hoy me invaden, leer esas palabras me movieron el esternòn.

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  5. arriba ese animo señor anónimo no se ponga mal que usted ya sabe que solo se pierde lo que no se tiene y que quedan en el mar muchos peces más y que cuando dios cierra una puerta abre una ventana y
    bueno tocallo lo voy dejando. la verdad no se a donde iba.

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  6. Alguien escribió una vez : "Y sabe que puede salir de su prisión cuando quiera..." Y yo pienso, no hay mayor prisión que la que uno se crea el amor, o el desamor.

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  7. Gracias Tocallo Anonimo!
    Un buen empujòn p`arriba!


    Anda a saber si lo leera.

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  8. claro papá, como no lo voy a leer.

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