jueves, 4 de julio de 2013

La Cita parte(?)

Notas del editor:
por problemas ajenos a los humanos, no fue hasta hoy que supe de esta existencia. Gran sorpresa me lleve al encontrar reposando un mail anónimo. Lo devore furtivamente y si bien no puedo decir que me sorprendió, me dejo muy contento y entusiasta. Comparto con ustedes.
tito

El otro día me paso algo rarísimo, le contaba a mi amigo el señor Francis j k. fue de repente, todo sucedió muy rápido. Yo remontaba por Av. Santa Ana hacia el norte, aprontándome para dejar la ciudad cuando delante de mí pasa Osvaldo. No puede más que frenar y saludarlo. El me miro descreído, al principio, pero sin dudas luego me reconoció y me saludo con gran afecto. Nos cruzamos en una charla franca y confianzuda. Yo no dude en contarle que me iba porque tenía a las autoridades atrás, era clarito. El apuro que traía era inusual, le tuve que negar la cerveza, el comprendió clarito. Igual tan atrevido no soy, escuche de suma presencia todo lo que me dijo. Yo se que Osvaldo habla del corazón y lo escucho como se merece. Me dijo del viejo, de Alberto, yo no lo conocí mucho, pero por lo pronto era buen tipo, nadie le tenía una mancha, nada, ni cagador ni mal patrón. Pero fue seguir un poco mas que nos entendimos clarito. El viejo lo tenía hasta el eje. A mi paso igualito, se lo conté. Mi viejo no estaba nada contento con lo que yo hacia, y un buen día fue que no se pudo sostener más la mentira. Me volé de mi casa. Mi profesión es ilegal, pero no es peor que otras, acá no hay sangre, no hay mafia, somos un par de atorrantes y reducidores. Respeto, palabra mayor, siempre, y de códigos tengo una colección, los respeto a todos. Mala pata mi apuro, me despedí. Un abrazo de verdad. Me dejo medio sorprendido. Hablar con el me saco un peso. El también quedo medio tocado, y bueno, el destino estaba queriendo que nos crucemos.
Seguí para el norte y cuando llegue a la calle De Los Palacios doble para la derecha, aun me quedaban, más menos, km y medio por recorrer. Al final no era tan chica esta ciudad, desde la última vez, fácil que el doble de grande estaba. Al rato de caminar encontré la casa, era discreta. De material, pintada de blanco, con una cerca de madera y hormigón al frente y una puertita de hierro al medio. Al costado había una puerta mas grande, seguro era el garaje. Fui hasta ahí y entre. Abrí el auto, me cerciore que todo estuviera en su justo orden para poder salir rápidamente y entre a la casa. No era chica, no era mediana, era un intermedio. Cocina, baño, sala y una habitación arriba, todo chico, discreto. Estaba vacía, pero no hacia mucho tiempo, según se notaba. Subí a la pieza agarre unas figuras de mármol y una bolsa con monedas, las metí en el auto y tan pronto cerré el portón acelere para poder irme cuanto antes. Fui por De Los Palacios hasta la avenida Santa Ana, de ahí salía a la ruta 178.
Pero ese era el día que pasaban las cosas, no te dije yo que era algo rarísimo, y yo no exagero, salvo en alguna pillada con mujeres, pero de puro compadre. ¿Entonces que paso?, ni bien estoy doblando lo veo a Osvaldo, corriendo con el alma en los ojos, media cuadra atrás lo seguían como 5 negro con pocas migas de amista. Le tire el auto a la vereda y cuando noto que era yo se tiro de cabeza. No salía de mi asombro, le dije que me contara todo, que mierda, ¿que paso? ¿Que andas haciendo por acá? Osvaldo no se anduvo con vueltas, me contó todo, clarito. Seria loco este muchacho. Andaba queriendo vender unos cuchillos de plata. Y no me dijo nada, lo quise retar, como solía hacer pero no me dejo y siguió contando. Al parecer ese no había sido el problema, cuando salía de ahí, pasó por una boca y quiso pegar unos porros. Pero claro los guises de ahora lo tomaron pa` la joda y Osvaldo no se dejo, encajo a uno y achato las patas. Se reía adentro del auto. Que va ser, era como un niño al terminar la cagada, me reí con el. Me comprometía, pero ni bien salí a la 178, agarre pa` la derecha y lo deje en la otra entrada 15km pal otro lado, al norte. Y hablamos un rato más, nos reímos un montón, hasta le preste para el ómnibus, te digo este Osvaldo, me hizo divertir, pero anda cada vez mas chiflado.

3 comentarios:

  1. Hermoso grupo humano osvaldo y anonimo (imagino por un tema de seguridad) para sentarse a tomar unas cuantas y meter un paga dios.

    ResponderEliminar
  2. El fanatismo es la cuarta dimensión.
    Arriba y volando.

    ResponderEliminar