Notas del editor:
por
problemas ajenos a los humanos, no fue hasta hoy que supe de esta
existencia. Gran sorpresa me lleve al encontrar reposando un mail
anónimo. Lo devore furtivamente y si bien no puedo decir que me
sorprendió, me dejo muy contento y entusiasta. Comparto con ustedes.
tito
El otro día me
paso algo rarísimo, le contaba a mi amigo el señor Francis j k. fue
de repente, todo sucedió muy rápido. Yo remontaba por Av. Santa Ana
hacia el norte, aprontándome para dejar la ciudad cuando delante de
mí pasa Osvaldo. No puede más que frenar y saludarlo. El me miro
descreído, al principio, pero sin dudas luego me reconoció y me
saludo con gran afecto. Nos cruzamos en una charla franca y
confianzuda. Yo no dude en contarle que me iba porque tenía a las
autoridades atrás, era clarito. El apuro que traía era inusual, le
tuve que negar la cerveza, el comprendió clarito. Igual tan atrevido
no soy, escuche de suma presencia todo lo que me dijo. Yo se que
Osvaldo habla del corazón y lo escucho como se merece. Me dijo del
viejo, de Alberto, yo no lo conocí mucho, pero por lo pronto era
buen tipo, nadie le tenía una mancha, nada, ni cagador ni mal
patrón. Pero fue seguir un poco mas que nos entendimos clarito. El
viejo lo tenía hasta el eje. A mi paso igualito, se lo conté. Mi
viejo no estaba nada contento con lo que yo hacia, y un buen día fue
que no se pudo sostener más la mentira. Me volé de mi casa. Mi
profesión es ilegal, pero no es peor que otras, acá no hay sangre,
no hay mafia, somos un par de atorrantes y reducidores. Respeto,
palabra mayor, siempre, y de códigos tengo una colección, los
respeto a todos. Mala pata mi apuro, me despedí. Un abrazo de
verdad. Me dejo medio sorprendido. Hablar con el me saco un peso. El
también quedo medio tocado, y bueno, el destino estaba queriendo que
nos crucemos.
Seguí para el
norte y cuando llegue a la calle De Los Palacios doble para la
derecha, aun me quedaban, más menos, km y medio por recorrer. Al
final no era tan chica esta ciudad, desde la última vez, fácil que
el doble de grande estaba. Al rato de caminar encontré la casa, era
discreta. De material, pintada de blanco, con una cerca de madera y
hormigón al frente y una puertita de hierro al medio. Al costado
había una puerta mas grande, seguro era el garaje. Fui hasta ahí y
entre. Abrí el auto, me cerciore que todo estuviera en su justo
orden para poder salir rápidamente y entre a la casa. No era chica,
no era mediana, era un intermedio. Cocina, baño, sala y una
habitación arriba, todo chico, discreto. Estaba vacía, pero no
hacia mucho tiempo, según se notaba. Subí a la pieza agarre unas
figuras de mármol y una bolsa con monedas, las metí en el auto y
tan pronto cerré el portón acelere para poder irme cuanto antes.
Fui por De Los Palacios hasta la avenida Santa Ana, de ahí salía a
la ruta 178.
Pero ese era el
día que pasaban las cosas, no te dije yo que era algo rarísimo, y
yo no exagero, salvo en alguna pillada con mujeres, pero de puro
compadre. ¿Entonces que paso?, ni bien estoy doblando lo veo a
Osvaldo, corriendo con el alma en los ojos, media cuadra atrás lo
seguían como 5 negro con pocas migas de amista. Le tire el auto a la
vereda y cuando noto que era yo se tiro de cabeza. No salía de mi
asombro, le dije que me contara todo, que mierda, ¿que paso? ¿Que
andas haciendo por acá? Osvaldo no se anduvo con vueltas, me contó
todo, clarito. Seria loco este muchacho. Andaba queriendo vender unos
cuchillos de plata. Y no me dijo nada, lo quise retar, como solía
hacer pero no me dejo y siguió contando. Al parecer ese no había
sido el problema, cuando salía de ahí, pasó por una boca y quiso
pegar unos porros. Pero claro los guises de ahora lo tomaron pa` la
joda y Osvaldo no se dejo, encajo a uno y achato las patas. Se reía
adentro del auto. Que va ser, era como un niño al terminar la
cagada, me reí con el. Me comprometía, pero ni bien salí a la 178,
agarre pa` la derecha y lo deje en la otra entrada 15km pal otro
lado, al norte. Y hablamos un rato más, nos reímos un montón,
hasta le preste para el ómnibus, te digo este Osvaldo, me hizo
divertir, pero anda cada vez mas chiflado.
Hermoso grupo humano osvaldo y anonimo (imagino por un tema de seguridad) para sentarse a tomar unas cuantas y meter un paga dios.
ResponderEliminaresto es genial, dios
ResponderEliminarEl fanatismo es la cuarta dimensión.
ResponderEliminarArriba y volando.