miércoles, 20 de febrero de 2013

Son como personas, pensé


Nunca me gustó pensar que eran sólo eso, agua que viene y va sin dejar más que el contorno de su húmedo esqueleto en la arena ya empapada.

Parece que fuera su técnica, atraer millones de miradas que simplemente se pierden en esa gran masa densa, tratando de abarcarlo todo en un sólo instante. Pero que siempre terminan clavadas, allá, en la horizontal mas nítida que puede existir. Allá. Donde nace el mar.
Pero fue un día que me di cuenta, que esa inmensidad era tan sólo el telón rojo en el instante previo a comenzar la obra. Y pude ver.
Ver.
Como cada movimiento oscilatorio era perfectamente único, era imposible encontrar uno  igual a otro en aquella grandiosidad. Cada ola, cada una, única, hasta donde los ojos te permiten ver, única.
Son como las personas, pensé.
Cada una dueña de su lugar, en alguna parte de esa majestuosa extensión, que en un momento, decidida, elije su mejor lugar para dar su show, y morir, al final.
Me gusta pensar que existen por millones de años planeando ese momento, y cuando sienten que llega el día, se arrastran decididas a una tierra lejana, y mediante un acto mágico se despiden. Mueren.
Están las que vigorosamente se levantan, mostrando toda su belleza ante un público atento, se mantienen en alto los segundos necesarios para vestirse de los reflejos más brillantes y caen, provocando un estruendo, atrapando todas las miradas, descargando toda su energía en aquella costa, que ansiosa, espera su final.
Están las que tímidas, simplemente atraviesan miles de kilómetros totalmente desapercibidas, y llegan, con un mismo movimiento oscilatorio para esconderse silenciosamente en la arena, dejando colgados pequeños rastros de su escasa espuma, que, quieta, parece no querer desaparecer jamás.
Están las que se organizan para compartir su momento, como si no quisieran llegar nunca, bailan sin coordinación, chocándose las unas con las otras al compás de una música que pareciera no tener fin, se cubren de blanco y azul intenso y ahí se quedan.
Están las altas, las imperfectas, las reales, las alegres, las enamoradas.
Están.

Nunca me gustó pensar que eran sólo eso, agua que viene y va sin dejar más que el contorno de su húmedo esqueleto en la arena ya empapada.


                                                                                                              Anonima

5 comentarios:

  1. es re lindo este texto, esta bien escrito y llega, me emociono pila.
    un placer tener más gente dejando sus plumas por el toman, bienvenida, esperemos leer más
    beso

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  2. Hermoso. Simplemente hermoso. Me hizo pensar en una canción que dice "del agua venimos y al mar volveremos". Gracias!
    Otra anónima.

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  3. Muy lindo, coincido con tito; mucho brillo, resplandor y oscuridad, paz y bullicio, música y silencio... Cuando vuelva a ver una ola, miles, voy a recordar este texto.

    Toman no pares de aletear, jamás

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  4. Me hizo acordar a algo que leí por ahí de un señor que, dicen, supo tener en este mismo blog un espacio.
    Muchas gracias por compartir esto con nosotros.

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    1. estas errado, anonima es debutante, tiempo al tiempo young padawan

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