jueves, 21 de febrero de 2013

Alla afuera parte II



Pasado un buen rato, cae el gerente. Me mira con desprecio. Comenta nuevamente sobre mi viveza, se ríe cuando el guardia comenta que esta por venir la policía. Lo ultimo que supe de el fue un contundente “gil”.
La policía nunca viene. En cambio el que aparece es el guardia. Me dice “anda nomás vejiga”. Le saludo con real agradecimiento y me voy rapidito, sin desodorante y sin aceite.
Pasado el mal trago, ya en la calle, me empieza a dar risa todo lo que paso. “soy un gil” “jajaja”. Pero la historia continua. Alguien me llama en el sector opuesto del estacionamiento. Es el rubio botón. Debo recocer, no supe que pensar. ¿Que quiere este hijo de puta ahora? Estoy anonadado, que loco de mierda, ahora tiene el tupe de venir a encararme. Pienso en pegarle, no es mi estilo, igual lo medito más de la cuenta. Tiene cara de gil y es chiquito. Levanto la vista, esta viniendo hacia mi. Le pego una sin mediar palabras y me voy a la puta. Si, si, esta decidido, una sin mediar palabras, lo sorprendo y me fugo.
-Che vo, perdona por lo del súper, te lo puedo explicar-  Fue lo bastante inteligente, empezó a hablarme a unos metros considerables de distancia, se salvo del puñetazo.
-Pero sos un rata hermano, pa que mierda no te metes en tus cosas, sos idiota- ahí sabíamos los dos que no le iba a pegar, se arrimo un poco más.
-Mira tenes razón, pero tengo una explicación.
Negando con la cabeza, desaprobando su labia maldita, cedo y le otorgo un “habla” con una expresión en la cara.
-¿Queres pitar uno mientras te cuento?
Este tipo poco a poco me va ganando el corazón, malditas drogas, no se porque pero me esta empezando a caer en gracia, quiero escuchar su escusa. A pesar de no tener ni puta idea de por donde puede venir, ciento que esta a la altura de su actitud. Cruzamos la calle y nos sentamos en un zaguán de una casa vieja. Esas de puertas grandes, de madera, que a los costados suelen tener simétricamente dos ventanas con rejas y persianas. Nos sentamos en el frío mármol, no hay dudas, esas casas siempre tiene mármol o un símil a eso en su entrada.
Saca una caja de cigarro, una pequeña, creo que era una marca nacional, no la vi bien. Dentro tiene el porro ya armado, pronto para pitar. Lo despunta, lo prende. Un olor muy rico invade mi alma.
-¿La verdad de la milanesa?
-Si loco, la verdad, sin chamuyos- le respondo mientras me pasa el faso.
Amaga con un comentario, un chiste, creo que sobre la milanesa, se abstiene, sonríe, toma aire.
-Soy escritor hermano. Escribo para vivir. Y estos días que pasan estoy seco, nada, estoy como transa sin droga, como… ya ves, ni para un pobre parábola. Entonces tengo que salir por las historias, pero será tan perra la vida que nada, todo quieto, ¿la gente?, muy gris, no inspira un sorete – agarra el porro que le estoy devolviendo- entonces apareces vos, un pelotas bárbaro con carita de campeón. Te sigo unos segundos y la frutilla de la torta, te haces el chamba y pimba, pal bolsillo. Perdona pero tenía que tener mi historia. Muchas gracias, de verdad ché.
Lo miro, no puedo creer, de alguna manera estoy manso. Inflo mis pulmones con la rica hierba y entre el humo sentencio.
-Sos un hijo de puta, un hijo de puta - terminamos el porro en silencio y con un apretón de manos nos despedimos.

                                                                                                            tito

9 comentarios:

  1. Más allá de algún tilde o alguna otra cosita, me parece que el relato quedó rendondito, no le falta ni sobra nada, y creo que ni por un momento, en la primera lectura que le di, sentí que esto podría haber sido dicho de otro modo o aquello tendría que haber volado o la puta que la parió
    mano maestra
    well play young padawan

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  2. mi comentario una vez mas: sos un cra tito! ceci

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  3. Es buenisimo tito, la verdad lo termine de leer, voy a comentar y se que voy a volver al principio para volver a leer. Es muy de seoane este comentario pero me parece que es por aca. muy bueno.
    No se que tiene la palabra vejiga pero a mi las pocas veces que me la han dicho me sacan del partido siempre les creo y pienso que de menos soy un vejiga. el agradecimiento al guardia a lo tito lo vi todo jaja. abrazo

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  4. Excelente! Muuuuy bueno! Parece de Frank Miller, esos relatos de perdedores, tan humanos, tan deliciosos. Genial!

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  5. muchas gracias a todos por los comentarios, re buena onda, dan muchas ganas de seguir escribiendo gente
    frank miller? a la mierda se me subieron los humos
    abrazo a todos

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    1. jaja cuando uno es grande es grande que va ser.

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