viernes, 21 de marzo de 2014

de baños y amigos


con la mano apoyada sobre la losa blanca, mirando la ventana ondulada, que poco deja ver, más bien nada, solo el sol que pasa, y el ruido del pichi sonando en la cerámica de ese urinal gastado color huevo, fue que recordé. Yo ya había estado ahí, en esa misma posición, en el mismo acto, y fue cuando lo conocí a el...

Eran días de juventud y cerveza. Sonó la cisterna y este personaje salió del cubículo, me miro un tanto introspectivo, buscando en mi cara algo familiar. Fue un tanto incomodo, le baje la cabeza en señal de amistad pero no le fue suficiente.
-vos vas a facultad de ciencias sociales no?
-si, si- comente mientras concluía mis actividades fisiológicas- vos también no?- y poco a poco comencé a recordar su cara.
-si, che, tenes un porro pa` fumar?- fue directo y alegre.
-pa, no, nada, pero rescatamos algo- comentaba mientras simulaba lavarme las manos.
Salimos juntos a las risas, bajamos la escalera de mármol y nos internamos en el mundo de jóvenes que celebraban con vino y rock el comienzo del año lectivo, de algo nuevo, de una etapa que nos encontraría las mil y una vez en la misma historia. No se como, no lo recuerdo bien, y poco me importa a esta altura, pero ya sabia su nombre y como por arte de magia teníamos una cerveza en la mano. Nos estábamos haciendo íntimos amigos en cuestión de segundos, entonces lo vimos a él, a otro elemento de la facultad. Ahí, con sus vaqueros rotosos, chaqueta de cuero, una kufiyya atada al cuello y su actitud rebelde. Nos diviso a lo lejos y con una sonrisa compadrona y cómplice se arrimo. Yo ya lo conocía, no mucho, más bien poco. Nos saludamos, se saludaron. Entonces todo siguió, más cerveza, baño, risas, porros, amistad...

Finalmente me abroche el pantalón y volví al aula, cuanta magia en esa losa bien blanca.


tito

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