Hoy me siento como si alguien me hubiera pateado durante horas el pecho, comprimiéndolo, incrustando mi esternón contra la piel seca de un corazón sediento. Siento mis manos ausentes, como si al mirar hacia mis muñecas, éstas terminaran en muñones parasitados. Cuantas veces me convencí de lo sobrevalorado que estaba el amor y ahora me encuentro sufriéndolo de sobremanera.
Odiaba ver parejitas de tórtolos, tomados de sus manos, revoloteando con ligereza por ahí. Cuando me cruzaba con dos enamorados tomados de la mano, caminaba directamente hacia ellos, con la terquedad de un toro, logrando que separaran sus manos. Cuando giraba mi cabeza y veía que el hombre volvía a tomar la mano de su amada, escupía en la nuca de ambos siendo consciente de que nunca se darían cuenta, pues el elixir del amor los tenía embobecidos. Sólo una vez uno se dio cuenta (se ve que tomaba manos por compromiso y mera cordialidad) y terminé escupido y con un ojo morado.
Por suerte alguien limpió el gargajo de mi ojo y se compadeció de mi rostro de boxeador vencido. Ese alguien me hizo adquirir el gusto de tomar su mano y pasear junto a ella sin temor a nada.
Cuando tomaba su mano, me invadía esa poderosa fuerza capaz de volver invencible al más diminuto hombre. De la mano, caminábamos impunes por las calles, sin mirar hacia los lados antes de cruzar e incluso zigzagueábamos por el medio de la avenida, como incitando a algún chofer desprevenido a que nos diera el golpe de gracia.
Le mostraba a ella mis manos, viéndome preso de un sinfín de cursilerías que se escapaban de mi boca. Con pretensiones de poeta le cantaba: “me gusta tocarte como si fueras un instrumento, te imagino un hermoso violín o un deslumbrante laúd al cual tocar con delicados dedos. Me gusta posar mis dedos sobre tu espalda y hacerlos caminar por ella, como afinando un traste imaginario para encontrar así maravillosas escalas musicales y obtener de tu boca las más hermosas melodías. Me gusta que mi mano, de cada recoveco de tu cuerpo, saque un sonido diferente, un acorde nuevo, música fresca para mis oídos enamorados”.
Estas palabras fueron en vano, a falta de alas, ella cortó mis manos y así cesó mi vuelo. Ella encontró un músico mejor que la tocara, recién salido de la academia. Le pido a mi secretaria que traslade todo esto que dicto al papel.
A ella también le pido, por las tardes, cuando junto al sol baja el recuerdo de mi amada y se posa sobre el horizonte de mis ojos melancólicos, que extraiga mis manos del frasco que las contiene y las tome por un rato.
Elugo
Bienvenido al club señor lugo, lo felicito por encontrar una linda metáfora e intentar explicar los motivos o por lo menos hacer sus despedidas un tanto románticas. Las mujeres son los nuevos hombres, eso dicen...Con el tiempo se verá...
ResponderEliminarme cagaron a trompadas.
ResponderEliminar"me convencí de lo sobrevalorado que estaba el amor y ahora me encuentro sufriéndolo de sobremanera" excelente lugo.
ResponderEliminarel final es muy bueno elugo y ya sabes lo que dice la mona gimenez, si tenes un buen final el resto es todo cuesta abajo.
ResponderEliminarvamo arriba
Me gusto mucho, el nivel justo de amor y odio
ResponderEliminaresta muy bueno
ResponderEliminarYo no quiero ser el contra, pero tengo que decir que a mi no me gustó. No sé, no me transmitió nada... Pero bueno, tampoco se puede tener contento a todo el mundo no?
ResponderEliminarabrazo
Mon ami... c´est l´amour.
ResponderEliminarMuy lindo, fresco, espontaneo.
ResponderEliminarExcelente... Sin palabras
ResponderEliminarMuy distinto a todo lo que has escrito...Simplemente excelente!
ResponderEliminarSr. o Sra. Último Anónimo, gracias por el comentario pero ¿por qué lo cree diferente a todo lo que he escrito?
ResponderEliminarEl Sr. Elugo agradece todos sus comentarios, exceptuando el del puto de Sigma...
ResponderEliminarEl sr Elugo es demasiado susceptible, claramente.
ResponderEliminarSr. Sigma en este espacio cultural no censuramos la libertad de expresión, pero si compromete el honor y el orgullo de nuestra élite, le pido que lo haga con justificaciones...
ResponderEliminara ver willi deja de chupar tanta pija y ubícate un cacho con un tipo que siempre comenta, difunde y apoya el blog, el loco no es un lame culo como vos del lugo si no le gusto no le gusto y punto, xq no le pedís justificaciones a los que le gusta también? deja de hacerte el campeón que vos acá no sos nadie,al blog le dan vida los que escriben y los comentan vos sos un parásito chupa sangre. a vos se te da un boleo en el culo y arrancas pa la 8 horas. hijo de puta.
ResponderEliminarmanso estoy de acuerdo en las cosas que decis pero no tanto con los medios en que lo haces.
ResponderEliminaryo tambien me sentí indignado, pero te agarraste con los tipos equivocados.
willy es un pibe fenomeno. yo creo q claramente fue presionado por uno de los integrantes del toman y el actuó, de la misma manera en que lo hizo luquita (otro pibe de 10, si yo te contara...)
se puede decir que en este caso ni willy ni luquita expresaron la voluntad del toman sino la de uno de sus integrantes.
y yo pense que nunca iba a decir pero Sigma,
creo que te amo
Jaja fue un poco violento el manso, pero tiene razón. No es para que me digan cosas solo porque dije que no me gustaba algo. Es más, he leído cosas de Elugo que son fantásticas y comenté y dije que me gustaba.
ResponderEliminarA qué se debe tanto amor Seoane? Yo los amo a todos uds gurises (?)
El señor Brasi y quien les hablas, hacemos caso únicamente a las demandas del glorioso Augusto, los intereses personales de nuestros chambones quedan reducidos a la nada frente a la voluntad de Prensio. Señor Sigma sepa disculpar a Brasi que a veces no se hace entender con los mejores términos...
ResponderEliminarwilli aca no hay necesidad de hacerle los mandados a nadie, si ud quiere estar aca tiene que estar por sus propios meritos no por andar lamiendo ojetes. vos y luquitas la tienen adentro. atte il manso sosa
ResponderEliminarMuy bueno
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