viernes, 4 de abril de 2014

Retratos de Boliche

 Cauteloso, zagas, imperceptible, así estaba aquel sujeto. 

 Delante de el, sentados frente a frente, mesa de por medio, estaban aquellos dos muchachos. Uno era joven, el otro también, hablaban acaloradamente, gesticulaban, movían las manos, se reían y por sobre todo no paraban de pedir cervezas.

 El otro en cambio, tomaba alguna bebida fuerte, cada vez que su baso se acercaba a sus labios se le fruncía la cara y sus ojos brillaban, no puedo decir si era locura o ira, pero si que era una cosa de un instante, de ese tiempo que no puede medirse. Entonce pasaba su mano por toda la cara, desde la frente hasta la pera, y cuando esta comenzaba a deslizarse quedaba al descubierto que un labio mordía al otro. Luego se rascaba efusivamente la barba y por ultimo negaba con la cabeza. Bajo la oscuridad de una bombilla rota, su show quedaba al margen de todo. La luz que daba vida al escenario no lo incluía.

 Y los muchachos hablaron...

 “Por eso hermano, no ves lo que decís, este país es hermoso” “si, claro que si, pero no es la panacea” “no me jodas Luis, el almacén, el bar, el bichicome, la señora con la silla, el perrito, el diputado con su libretita, el hijo de aquel, la hija de aquella, hermano, este país es arte, este país se hizo a medida, y pa` disfrutarlo, claro esta”. Y empino su baso, el otro hizo lo propio y rieron.


 Entonces el teatro se agranda, o más bien recibe un nuevo actor, un dedo índice amenazante y acusador que se aparece en la luz, el hombre invisible aparece de las sombras. Sin bajar el dedo, más bien, moviéndolo cada vez más, éste larga sus primeras palabras...


tito

2 comentarios:

  1. me gusta Tito!! Es breve, eficaz y deja lugar a varias interpretaciones..
    Arriba el toman!

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