Como cualquier otro día, mochila en los hombros, auriculares en los
oídos y Le Moulin de Jann Tiersen sonando. Es el día casi ideal para andar en
bici, voy tranquila pero no tanto porque, aunque me niegue a mirar la hora, sé
que voy a llegar tarde. ¿Empezar por
donde? ¿Cuál es el principio? ¿De qué es
el principio? ¿Hay un comienzo? ¿O sólo somos sucesiones de hechos y
acontecimientos que nos definen y nos redefinen? Un principio entendido como el
comienzo de un final, un final de época, un momento de transición, en donde hoy
el pensamiento y las palabras hechas letras son los protagonistas.
Son muchas preguntas. Son muchos cómos, muchos por qué, muchos
dóndes y muchos cuántos. Y generalmente las respuestas son miradas, gestos,
pensamientos compartidos, ideas, risas, besos, rayos de sol, gotas de lluvia.
La mente es tan particular y perversa que como para no dejarte tranquila te
mantiene con varios pensamientos a la vez. Entonces también pienso, que ojalá
que no caiga ninguna gota de esa lluvia porque estaría bastante jodida.
Preguntas. Nunca van a aparecer esas
respuestas, nadie las va a responder, no las vamos a leer y nunca habrá quórum.
El aprendizaje se trata de reformular las preguntas, de cuestionar lo anterior
como ideal, crecer es entonces tener preguntas nuevas, tener nuevos cómos,
porqués, dóndes y cuántos adaptados en otra realidad. Y entre tantas preguntas
y rincones de la mente pienso en cómo los colectiveros pueden ser tan hijos de
puta, absolutamente todos vimos a la viejita con bastón que lo corrió una
cuadra y éste no la esperó.
Preguntas y reformulaciones de preguntas. Mientras tanto, escribimos
la historia, somos ella, vamos a ser parte de ella y nos definimos a través de
ella. Por eso, mal nunca va a estar tener convicción y llevar adelante nuestros
propios principios de base como herramienta para responder aquellas nuevas preguntas,
que nos condicionan, que nos reprimen, que nos subsumen y así transformar la
realidad, o intentarlo. Florecen los nardos.
La historia. Relatar acontecimientos, grandes hitos, describir la
historia de los pueblos oprimidos, la historia de la humanidad, de las grandes
ideas, de las sociedades en todos sus momentos, de próceres, de la pobreza.
Historia es eso y más: la historia también es la que construimos hoy (actuando,
pensando, escribiendo, hablando) esa es parte de mi historia y de la de los
demás. Esos pequeños momentos, tan breves en la historia como un suspiro, pero
vivos como una revolución, nos definen de sobremanera. Manifestados de forma
consciente e inconsciente, claro. Heredados, internalizados, incorporados,
institucionalizados. Se representan con nuestra cara, con el discurso, que sólo
tienen sentido a través de esa interacción con el otro. Ese otro que es un
mundo distinto, que es ni más ni menos que una historia. Un otro en busca de
respuestas para sus cómos, sus porqués, sus dóndes y sus cuántos.
Involuntariamente el pensamiento se corta ya que sin auriculares tengo el
agrado de escuchar “mi amor, no me movás así la cuna que me vas hacer vomitar
al bebé”. Nefasto. Horroroso, a ese culiado del taxi no le hacía ninguna falta
tener que relacionarse con otros actores de la sociedad para darle sentido a su
cara, se definía por sí sola: un pajero.
Llego al lugar de destino, tarde como lo había especulado, ya
bastante cansada. En ese sillón la frustración se acomoda conmigo. Durante los
regresos por lo general no escucho música, y también prefiero no pensar en
nada.
Myriam Stefford
clap clap clap
ResponderEliminarme encanto lady myriam, te felicito por tu debut, con creces en el toman, esperemos seguir leyendo más de esto
"Un principio entendido como el comienzo de un final"
"En ese sillón la frustración se acomoda conmigo"
me gusto mucho myriam y que lindo es leer un culiado por ahi, metido en el texto
ResponderEliminarsaludos
crecer es entonces tener preguntas nuevas...
ResponderEliminarbienvenida Myriam! y qué llegada! me gustó mucho, se me da como un capítulo que perfectamente calza en algún libro de Romina Paula (¿la conocés?)
ResponderEliminarMe gustó mucho lo que hiciste y me encantaría poder seguir leyendote por acá
ResponderEliminarUn abrazo y bienvenida
Bien ahí pipol. Gracias por las arengas! Elugo, no la conozco, la googlié un poco, vi que es dramaturga pero no encontré ningún escrio particular de ella. Saludos virtuales a todos y todas
ResponderEliminar