Sin quererlo fue que encontré tus
ojos, una noche fría, cerca del río, en un cumpleaños. Tiempo
después el destino volvió a
cruzarnos. Tu mirada cada vez más cautivadora. Cada vez más linda. Y al
sentirte posar fui absorbido por la mas hermosa sensación del mundo, el deseo
inexplicable del imantismo femenino.
Pero me contuve. Tan torpe que no lo sabía. Pero hay cosas que se nos
escapan, cosa que no podemos controlar,
por suerte. Mis células pedían a
gritos encontrarte. Entonces la magia surge, la segunda chance aparece. Y
sumido en el personaje más mundano de mi repertorio, te vi de nuevo. Y la física, mi
enemigo acérrimo, me puso a prueba. Mi alma no fallo, el impulso vio como tenia
la pradera por delante, y corrió, y corrió.
Alma libre, alma tranquila.
tito
Yo apuesto muchas monedas por ESTE lado literario tuyo.
ResponderEliminarMe da a técnicas de caza, estrategias para conseguir la presa, sumandole un poco de alma.
Me gusta. Arriba.
Tenes la pradera por delante!
gracias por su comentario r, siempre al firme con el toman, no se olvide q aca siempre hay espacio para publicar, y creo q estos ultimos dias hablan solos jajaja
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