viernes, 15 de marzo de 2013

Es fácil respirar cuando se tiene el mar enfrente


 Por un tiempo ninguno de los dos hablamos. No lo recuerdo pero estoy seguro que dijimos las palabras justas.
 Le tocaba hablar al mar ahora y a nosotros escucharlo. El tiempo que hiciera falta.
 A los dos nos encantaban esos momentos.
 Estar en la playa acostados en la arena, viendo la luna llena subir en el cielo.
 Todavía no había oscurecido pero ya el aire fresco anunciaba la noche. Dentro de poco la luz de la luna nos dejaría ver las caras.
  Era en momentos como ese cuando pensábamos que todavía podíamos hacerlo.
 Los dos nos conocíamos y era bueno estar uno junto a el otro. Sabíamos todas las cosas por las que no valía la pena estar vivos y teníamos tiempo para encontrar el resto.

                                                                      Seoane

5 comentarios:

  1. me gusto seoane, me gusta pasar y leer algo asi, corto concreto, poetico

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  2. Después de leer el título, todo indicaba que iba a seguir ASí de bien.
    Mencantó!

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  3. Me había olvidado de los relatos de Soane...extraordinario. Como siempre...

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  4. Mi querido amigo seoane buenisimo me gusto mucho o sera que la distancia hace que me ponga medio sensible. No se. Abrazo de gol en la hora pa todos los pibes toman.

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