sábado, 3 de septiembre de 2011

mientras tanto

  con el mismo apagado sonido de la ropa tirada al suelo, caen las horas. busco una comparación adentro mio: como la sangre corren, ajenas a nosotros, adentro de nosotros, las horas, doblan las campanas para ahogar su susurro, el hasta cuándo  hasta cuándo.
  (paralelo a mis días crece en mi casa, en la soledad y el silencio, una planta.  es aún, entre la tierra, solo el sueño de la planta, de las hojas verdes como alas.  nunca como ahora la veré tan hermosa, tan plena, tan toda mía)
   ser es estar ahí      y no esperar nada
   escribo como fumo un cigarillo, como quien busca aferrarse a un vicio.
         
                                                                                                           Seoane

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