-Permiso, permiso, permiso, haber señora si no se
mueve no me puedo bajar, señora, por favor, me hace el favor. ¡Doña!, ¡doña!.
En eso veo que un pasajero la esta mirando muy de
cerca. La vieja como los peces, nada. Le
pregunta “señora ¿se siente bien?” Nada, nada de nada.
-Creo que murió.
La puta madre lo que me faltaba, una vieja muerta en el
bus y yo llegando tarde.
-Chofer, chofer, tenemos una vieja muerta, frene y
llame a una ambulancia, o a una cocheria.
Creo que soné un poco seco, porque todos me miraron
con sus caras de reproche, desaprobando mi lunfardo. Trato de excusarme, de
poco sirve.
-Bueno, murió que va ser, es la ley de la vida, se
nace y se muere.
El bus frena, llama una ambulancia. Un niño llora, la
madre parece no darse cuenta, con sus ojos clavados en el fiambre es presa de
un horror que sin dudas el hijo esta sintiendo. En la radio suena “la plaga” en
versión original, que raro. La gente ya cuchichea, que pobre doña, que
vergüenza, que seguro nadie la visitaba, que la vida es cruda, que todo sigue,
etc.
Yo no puedo
dejar de pensar en lo que me dijo me jefe ayer “una vez mas tarde, y a la
mierda con vos, ya estas lo bastante grande pa estas bobadas, esto es un laburo
macho”. Esto igual tiene que servir de escusa, es una vieja muerta en el puto
bus. De repente recuerdo un gran capitulo de Seinfeld, en el que Georg tiene
que justificar un viaje por un velorio. Claro. Preciso una foto. Salgo del bus
celular en mano, tiene que ser algo rápido, la gente no aprueba estas cosas. ¿Será
la sensibilísimo amarillista del humanismo que se nos a pegado en el corazón?,
que se yo, no es hora de ponerme a pensar en esto, ¿o si? Como si fuera un
famoso el fiambre me le arrimo rápido, pongo mi cara junto a la de la vieja, la
toco sin querer, esta bien fria, uhhh, me esta entrando el humanismo y pimba
clic, foto tomada.
-Sos un degenerado hijo de puta- me dice un paramédico.
-Anda cagar, quien sabe que le aran ustedes a los
fiambres aya en el depósito, si hasta se los montan.
Piñaso en mi cara, suelo, la gente aplaude. Sangre,
eso no estaba en los planes del paramédico, tampoco en los míos, pero es
genial, un corte en la ceja si es un gran justificativo, además si nadie en el
bus aprobó lo de la foto es de esperar que tampoco lo haga mi jefe.
-¿Che te jode llevarme en la ambulancia y ponerme
unos puntos?, y la dejamos por esta, nada de policías ni nada.
Mi mejor cara de cordero colgado esperando la
ejecución funciona, y el paramedico saca a relucir, in extremis, su humanismo.
Excelente. Ahora a pensar en una buena historia. ¿Ayude a una señora en una
rapiña? Demasiado para alguien como yo, ¿una rapiña a mi persona con culatazo
en el ojo? No es mala pero no tengo denuncia policial. Pero por suerte la
inspiración llega sola, en el asiento trasero de la ambulancia, con la vieja a
mi lado veo por la ventan lo que estaba buscando, adolescentes pelando. Claro,
fui a separar y me comí una de garrón. Encaja justo. Mejor imposible. Me pongo
los auriculares, puedo escuchar Darwin deportivo. No se que me cruza por la
cabeza pero le meto una beso a la vieja y la abrazo fuerte.
tito