lunes, 17 de diciembre de 2012

Percepción de un imbécil.


I

Un día termino mi verano.
Me arrastraron de los pies y me dejaron en el mundo. El mundo real.
El inicio de mi vida adulta, el momento más solitario de mis días.
Por ese entonces yo creía que tenía que encontrarle significado a la vida, significado propio.
Se habían ido las obligaciones impuestas por los demás, la rutina de todo niño o adolescente.
Se fue mi casa, mis padres, se habían ido mis juegos de niño durante las siestas, se fue la sombra del árbol del patio.
A veces cerraba los ojos y veía las hojas verdes y anchas, las ramas abriéndose sobre mi cabeza, el interior del árbol con sus cicatrices, respiraba hondo y veía el movimiento y el viento más cálido que he sentido envolverme el cuerpo.
La realidad había sido superada por el recuerdo, eso yo lo sabía y lo supe cuando volví a casa de mis padres, cuando sentado en el pasto, levante la vista dentro del árbol,  pero no sentí, porque ni él ni yo éramos los mismos.
Me costaba comprender la vida adulta, y me avergonzaba preguntarlo.
Veía a la gente viviendo sus vidas y me parecían increíblemente tristes una tras otras, construidas sobre nada.
Me decía a mi mismo así es?  Así fue siempre?
Una vez lo pregunte con la misma ingenuidad que lo digo ahora, y me contestaron:
Que pretendes?
Tenían razón… que pretendía?
Que pedazo de pelotudo tiene tiempo para  andar por ahí deprimido por que no le encuentra sentido a las cosas?
Esto es lo que hay, un trabajo, una mujer, hijos y comerse un asado de vez en cuando si tenes suerte –me dijo- y se rio.
Intente mostrar una mueca restándole importancia.
Si, si claro -dije-
Hacía algún tiempo me había quedado sin culpables y sin soluciones.
Me había cansado de escuchar a pelotudos de 50 años gritar conceptos por un micrófono que se le permiten solo a un pendejo de 17.
Caminaba y me los cruzaba, corriendo a mí alrededor, estaban por todas partes.
Todos atrapados o así los veía.
Gente junta a otra gente por falta de opciones, autos con vidas grises, caras cansadas.
Nunca creí en el amor mucho menos en el matrimonio, así que no fue una desilusión comprobar que la gente hace con su vida mierda.
Sobre todo las mujeres que tanto luchan por ese fin, las veía por todos lados junto a un gordo desagradable que no hacía más que mirarle el culo y las tetas a otras mujeres, con hijos con mocos que gritaban, y que ellas zarandeaban del brazo,  avejentadas de cansancio, con innumerables cuentas que pagar que la esperaban en el cajón de la mesa de luz.
Varias mañanas me encontré revolcándome entre las sabanas inhóspitas, resultado de una noche perturbada entre sueños.
Sintiendo mis miedos que en la oscuridad del cuarto chorreaban  por mi cuerpo y morían en el colchón, que los guardaba y acumulaba para que nadie nunca los viera.
Cuando entraba al cuarto después de un rato me invadía el olor y pensaba que era coherente, porque ahí se acumulaba la parte de mi que había muerto el día anterior, ese olor, es el olor de lo que murió de mi y lo que va a seguir muriendo y acumulándose.
El sol a más de media altura empezaba a colarse entre la persiana rota, entonces el día invadía a prepo mi vida, obligándome a levantar.
Sentía la agitación en la calle, los motores de los ómnibus, el chillido de los frenos, el ruido que hacían al pasar por la lomada y nuevamente el motor que se los llevaba lejos.


                                                                                                             Nano

8 comentarios:

  1. Muy bueno Nano, me generó una sensación asfixiante que es para mi lo único que deja la agitación de la calle, los motores de los ómnibus, el chillido de los frenos... Un texto que trasciende el punto final. Me gustó mucho lo del colchón como esponja de los miedos, una especie de tumba para los vivos que siempre se queda alguna parte de nosotros.
    El toman is back, madafaka!

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  2. Me gustó mucho Nano. Me parece que tu prosa ha mejorado mucho, te noto más cómodo, más prolijo.
    La pregunta es: siguiste escribiendo en todo este tiempo?
    Al menos eso pareciera...

    Bueno empezó la última semana del Toman 2012
    Qué maravillas nos depararán nuestros drogos?

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  3. Seba que gran amigo de la casa, gracias por tu comentario.
    Seoane no estoy mas cómodo es mas estoy mas incomodo que nunca quisa por eso falte tanto, pero de escribir nunca pare.
    Me había olvidado que bien se siente... que buena idea esta semana de puro toman antes de que se vaya el mundo a la mierda...

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  4. que desiluciòn la vida adulta conmigo misma, que sentimiento impulsivo el no encontrarle el sentido ! . me sentì muy identificada , màs con la incoherencia entre las aprehensiones que uno lleva adentro , propias de la ingenuidad y la viva inocencia que tan fàcil se pierde cuando se intenta ser grande,( las cosas que tienen su historia desde niños) que porqueria tener que dejarlas a un lado , suponiendo que no son material suficiente. Que porquerìa , el no tener el valor o la capacidad de enfoque suficiente como para hacer algo coherente con el transcurso imparable de esta vida y el transcurso del rìo propio que no para....
    y bueno...a ver que depara el 2013 ! me gustò.

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  5. "Sintiendo mis miedos que en la oscuridad del cuarto chorreaban por mi cuerpo y morían en el colchón".
    Es una buena explicacion a tu sudor.
    Esta bueno nano.

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  6. Qué regreso gurí! (considero este tu regreso y no el remake que publicaste anteriormente jaja) Por textos como éste es que uno se pregunta, ¿cómo no funcionó esto? ¿qué nos pasó si tenemos tanto para dar? Gran pero gran texto, pulso maduro y oraciones que calan hondo en la sien. Aplausos!!!

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  7. Si querés saber que nos pasó pregúntale al tío del tito

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  8. excelente nano, con razón te haces desear por meses, no estas pa la chiquita
    genial, te felicito
    "es el olor de lo que murió de mi y lo que va a seguir muriendo y acumulándose"

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