Atanasildo Tardáguila, si señor. No
había quien lo igualara para hacer imitaciones. Una vez imitó a una
gallina, se subió a la cama y la mujer lo corrió a escobazos.
Pero cosa grande fue la que le pasó
al hombre con el vasco Andonaegui, que era vecino. Resulta que el
vasco tenía que salir temprano con el carro, y dejó a la mula en el
corral. Y Tardáguila, para hacerle una broma, echa a la mula y se
pone él, imitándola. Llega el vasco, lo que amanece, y lo saca. Y
él, para seguir la broma, cabresteó. Lo ató el vasco al carro y
él, nada. Muerto de risa. El vasco cargó el carro con todas sus
cosas- porque era para mudarse que hacía eso-subió al pescante y
cuando agarró el arriador, recién entonces, el otro gritó de entre
las varas:
-Mire que soy Tradáguila, vasco, que
jué una broma. Saquemé.
-¡Mula atrevida!
¡Venir a mentir al amigo, ansina!
Y déle chicote. Entonces el otro no
tuvo más remedio y empezó a trotar, pero siempre gritando:
- Mire vasco que se lo juro por esta
luz. Soy Tardáguila.
Y el vasco decía:
- Tardáguila tiene la voz mucho más
fina. ¡Mire si no se la viá conocer!
- Tengo la voz ansina porque anoche me
quemé con zapallo, vasco. Saquemé.
Entonces el vasco para, se baja del
pescante, lo mira al otro, mueve la cabeza y dice:
-No señor, Usted es la mula.
¡De tan bien que Tardáguila lo
imitaba!
Le tuvo que mostrar el cinto con las
iniciales para que lo desenganchara.
WIMPI. Su verdadero nombre era Arthur
García Núñez escritor Uruguayo.
excelente! me gusto mucho este texto por eso lo subi jajaja
ResponderEliminarÚltimamente dejo por la mitad todas las cosas que escribo. El otro día comenzé a escribir un mail que iba dirigido a mi madre. Comenzaba así: Mamá, hay un par de cosas que tengo que decirte. Siempre me llamó la atención el hecho de que nunca me hayas dedicado una estela, una carta, hasta ahora, hasta este momento en que el mundo parece derrumbarse y somos solo dos personas en el mundo. Desparramadas. Tengo la seguridad que solo estamos nosotros. El mundo es un lugar hermoso todavía, ¿sabías que podía ser aún más desolado? Cada amanecer es un milagro que la luz alumbra, mamá. La luz también está desesperada como nosotros. Se aferra a las cosas. Los atardeceres parecen eternos. ¿No es cierto madre?
ResponderEliminarY es verdad que siempre quise decirte
Pasaron los días y nada, su mail seguía ahí, esperando quien sabe que; ¿ la aprobación del ministro en corte? No creo, mas me parece una cosa de mal de amores. Porque quien poetiza la vida con tanta calidad no pude más que querer ahuyentar el vil fantasma de la melancolía. ¿No es acaso ese motor tan triste y furtivo el que lleno, llena y llenara los libros que alguna vez verán la luz?
ResponderEliminarEl profesor negó con la cabeza y corto la inspiración.
Anónimo si me conoces y alguna vez me ves en la calle y tenes ganas de decirme "yo fui el/la del mail sin terminar" me encantaría decirte lo que pienso de lo que escribiste. Por ahora solo te digo (y ya se que nadie me preguntó) que es casi perfecto.
ResponderEliminar(Gracias)
Tito estoy con voz gran relato gran. Y de pos tre los anónimos bien ustedes gurises
ResponderEliminartambien estoy con "vos"
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