Todos dudan de mi capacidad de
soportar la tortura.
Las
alarmas antiaéreas no dejan de sonar; los pozos flamean,
incendiados.
No
logro divisar si esto es un sueño. Seguramente lo es, porque estoy
del otro lado del mundo.
Pero,
sin embargo… yo ya he estado del otro lado del mundo sin haber
estado soñando!
En
fin, hay olor a muerte (no en el entendido del olor a pólvora
simplemente, sino en el de la carne humana quemada).
Sigo caminando.
Diviso...
¿agua? Un chapuzón. El agua me inflama los pulmones inundando todo
lo que antes era aire. Siento una música lejana. ¿Es "Ángel
de la Muerte" de Slayer? ¿O “Lloviendo Sangre”? No puede
ser... ¿Sigo soñando?
Coma
inducido. Todo blanco. Electrocardiograma y... ¿un robot? Caños y
más caños; cuelgan sueros, hay soportes y mierda por todos lados.
Sonda introducida en el pene. La morfina deja de hacer su efecto.
Cuelgo el teléfono y...
Me
dirijo a la cocina. El líquido está volcado casi completamente de
la olla y el yisquero, alcanzado por la llama. Humo negro. El olor
impregna, y llega a quemar, los pelos de la nariz.
Todos dudaban de mi capacidad de
soportar la tortura.
Menos
yo, que me miraba al espejo cada día y repetía que, para una cara
así, lo único que había era dolor. Dolor y sufrimiento.
Dedicado
a Jeff Hanneman
1964-2013
the
goat
me gustó mucho the goat, es un texto de lo profundo, es pura poesía y de la buena!
ResponderEliminarsalud!
que montón de imágenes. Me gustó pila! Vamo arriiii
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